Desconozco qué le ha ocurrido a este país. De unos meses a esta parte todo ciudadano que camina reclama que silencien a alguien. Así, de memoria (yo que no tengo): Primero a un concejal del Ayuntamiento de Madrid por unos chistes, después a unos tirititeros por una representación en el barrio de Tetuán, fueron luego a por las portadas de El Jueves y en la última semana veo que piden que no se muestre un autobús de la organización Hazte Oír por unas proposiciones sobre los niños y las niñas y también leo peticiones para que castiguen a un eurodiputado por afirmaciones sobre las mujeres en el parlamento europeo y que castiguen a la reina del carnaval de Las Palmas por no sé exactamente qué representación.
En España tenemos una ley mordaza que nos impide mofarnos del rey o de la monarquía (jajaja). Ley nauseabunda. Ahora resulta, con todo lo que hemos leído, que no vamos a poder decir que el rey está desnudo. ¿De verdad alguien cree que el rey va vestido sólo porque todo el mundo diga que va vestido? Y si va vestido, ¿tan frágil y estúpido es el rey que se va a quedar desnudo porque todos o algunos lo digamos?
El rey, si de verdad quiere que lo respetemos, tiene que soportar con frialdad nuestra opinión. La que sea. Desde que es memo, hasta que va desnudo a que no tiene más mérito que haber nacido en una cuna apestosa. ¿Es tan débil mental nuestro rey o tan débil la institución de la monarquía que se desmorona si nos mofamos de la persona que ostenta el cargo o de la institución? Si es así de débil, hacemos bien en mofarnos. Para que caiga. Y si es fuerte, que lo demuestre.
Es imprescindible que todos ofendamos y que nos ofendan. Sin ofensas no hay debate y sin debate no hay evolución del pensamiento. Nos hemos vuelto una sociedad puritana e infantiloide, en la que nadie aguanta un meneo. En la que hay que pedir perdón por opinar. Usted perdone, pero mi opinión es esta. ¿Usted perdone? Si se ofende que le den. Esta es mi opinión. ¿Cuál es la suya? Debatamos. ¿Que opina que soy un ladrón? Demuéstrelo. ¿Que opina que soy tonto? ¿Qué tiene de malo ser tonto? ¿Cuántos somos tontos en el mundo?
Insultar, insultar. ¿Qué significa insultar? ¿Qué es un insulto? ¿Que me llamen tonto, imbécil o gilipollas es un insulto? Tonto, imbécil y gilipollas son condiciones humanas. ¿Son las mías? Pues se parecen bastante, pero sean las que sean mis condiciones no van a cambiar porque otro intente asimilarme a las que a él le parezcan.
Un interlocutor en Twitter, o una interlocutora, no lo sé, me decía que hay que prohibir los comentarios transfóbicos porque el 50 por ciento de los jóvenes transexuales se suicidan. No le contesté, pero si algo ocurre con los transexuales, precisamente, es que no se habla de ellos, ni para bien ni para mal. Este autobús, con esas proposiciones, ha hecho mucho bien a los transexuales, porque mucha gente hemos salido en su defensa, mofándonos de esas proposiciones pretenciosas. No hace falta que todo el mundo quiera y respete a los transexuales para que los transexuales puedan vivir cómodamente en este mundo. A los transexuales los tienen que querer, cuidar y proteger sus padres, como a los blancos no transexuales, y sus novios y sus novias y sus amigos. Pero no todos los ciudadanos del mundo. ¿Por qué alguien me puede obligar a mí a que me gusten o a que no me gusten los transexuales?
De hecho, es imposible que todo el mundo quiera y respete a los transexuales, a los heterosexuales, a los homosexuales, a los blancos, a los negros, a los fascistas, a los comunistas, a los demócratas. ¿Por qué esperamos que todo el mundo nos mime, nos quiera y nos respete? ¿No nos damos cuenta de que eso es imposible? Parece que nos empeñemos en vivir el cuento del hada buena y bondadosa. Y no.
¿Vamos a impedir que los racistas negros opinen sobre lo ineptos que somos los blancos? ¿Pero no tienen los negros y los blancos y todos los racistas del mundo que poder expresar libremente sus opiniones precisamente para que podamos hablar sobre ellas y rebatirlas y aprender? ¿Qué posibilidades tiene una persona de cambiar de opinión si ni siquiera le permitimos expresar su opinión? Es un disparate.
Por otro lado, hoy en día es imposible limitar la libertad de expresión. El Papa, Hazte Oir, los tirititeros o cualquiera de nosotros tenemos miles de caminos para hacer que nuestros mensajes lleguen, incluso de forma anónima, a todo el mundo. Limitar la libertad de expresión tiene el mismo efecto que limitar la descarga de música por internet. Alguien irá a la cárcel, sí, pero ni las ideas ni la música pueden encerrarse en la cárcel y vuelan de oído en oído.
El europarlamentario este ha dicho unos disparates de quinto grado. Lo que a mí me parecen disparates de quinto grado quiero decir, como es obvio. Un interlocutor me ha dicho que sus palabras son fruto del odio y que por tanto son violencia y, además, cosifican a las mujeres .
Si no fuera triste me haría gracia. ¿De verdad este interlocutor, que pretende defender a las mujeres, las considera tan débiles frágiles y tontas como para que la opinión de un tontolaba las reduzca a la condición de cosa? Por mucho que intentara este gaznápiro reducir a las mujeres a la condición de cosa no lo conseguiría nunca. Los problemas de las mujeres a mí me parecen graves, pero no dependen de la opinión de un europarlamentario. Vienen de muchos siglos atrás y por desgracia llevará todavía muchos siglos cambiar el estado de las cosas en buena parte del mundo.
Pero, y además, ¿Podemos reprimir los sentimientos? ¿Podemos reprimir el odio, el miedo, la vergüenza, la cólera y el amor? ¿Cómo no vamos a poder odiar a quién nos dé la gana y cómo no vamos a poder decirlo? ¿Podemos acaso dejar de ser seres humanos?
El odio es un sentimiento imprescindible para muchos seres humanos. Sin odio, no serían ellos. ¿Podemos anestesiar el odio a voluntad? ¿Conviene que prohibamos expresarlo y vivirlo, que se enquiste y que explote? ¿No es mucho más sensato darle salida a través de la palabra para poder escuchar, dialogar y prevenir? En todo caso, ¿son las mujeres tan débiles como para no soportar que haya gente que las odie? No, no lo son. Hay gente que odia a las mujeres en su conjunto (o casi) y, gente, mucho peor que el odio, que las desprecia. Pues claro. Y habrá mujeres que odien a los hombres en su conjunto (o casi) y que nos desprecien. ¿Y?
Todos debiéramos rodearnos de quienes nos interesa, de nuestros amigos, de gente que nos trate bien, que nos respete y nos quiera. Las leyes tiene que obligar a respetar a las personas (no a los cargos, no es lo mismo meterse con el rey que con Felipe de Borbón. No son lo mismo, uno es la persona y otro el cargo, por mucho que a ellos les interese confundirlo), pero ni sus ideas ni sus condiciones. ¿No va a poder mofarse cualquiera de mi cortedad mental, de mi estatura de pez y de mi ilimitada capacidad para el mal? ¿Voy a ser yo diferente a como soy sólo porque alguien piense sobre mí que soy muy listo?
Existe un recoveco sinuoso en todo este asunto: la apología de la violencia física. ¿Debemos limitarla? Mi opinión es que tampoco. Incluso la apología de las mayores salvajadas debe ser libre. Primero, porque hoy en día no hay forma de limitarla. Y, segundo, porque la mejor forma de combatir la violencia es conocer su origen. Si obligamos a callar a quienes hacen apología de la violencia (como ocurre hoy en día) no frenamos su capacidad de reclutamiento (como sufrimos cada día). Y, además, nos preparamos peor para combatir a los apologetas.
Quiero poder ser misógino, homófobo, demócrata, fascista, comunista, heterófobo, feminista, machista y todo lo que me dé la gana. Quiero poder ser creyente en dios y ateo de todos los dioses. Quiero poder pensar lo que sea capaz de pensar, lo que sea capaz de inventar, lo que sea capaz de aprender y poder decirlo sin que nadie pretenda callarme. Quiero vivir como un ser humano y no como una abubilla.
Sé que hay otros seres humanos que no quieren eso. Que nos quieren a todos calladitos, poco pensativos. Para que no nos molestemos los unos a los otros. Para que el sol siga girando siempre alrededor de la tierra. Lo que sea, con tal de no ofender y de no sentirse ofendidos.
Otros quieren que todo el resto de la humanidad piense como ellos y si no piensan igual, que se callen.
Esa represión del ser humano, de la condición humana, no puede acabar en nada bueno. Debatamos y estrujemos las ideas hasta que sangren. Que cada uno proponga y defienda lo que mejor le parezca.
Y ofendamos. La ofensa es capital. Si no ofendemos, si no nos ofenden, estamos muertos.
Sr. Moltó.
Solo 2 cosas (aunque hay muchas más) todos tenemos derecho al respeto, al respeto como personas, pero esto no es extendible a las opiniones, una opinión solo es respetable si lo merece.
Y no, no todos tenemos la posibilidad de que nuestros mensajes lleguen a todo el mundo, por escribir este mensaje (o un twit) no me aseguro de que todos lo puedan recibir; otra cosa es disponer de la megafonía de un medio de comunicación, tanto sea alabándote o criticándote (pienso ahora en la publiciadad que, años ha, le hizo la 6 a Intereconomía, o el bombo que esos mismos están dando a HazteOir)
Al leer el título pensaba que iba a hablar sobre la polémica entorno a la película «el guardián invisible».
(me alegra que por fin empecemos a tener amor propio y a reaccionar cuando nos ofenden).
Yo estoy más o menos de acuerdo con usted.
Libertad para decir lo que uno quiera, pero también responsabilidad para asumir las consecuencias.
De todos modos… no sé porqué me molesto en opinar, desde luego, usted hace años que cuando ve el Nick «emprendeitor», no lee, ni responde. Se ve que le han molestado algunas críticas y que a algunos nos prefiere calladitos.
Por otra parte, tampoco suele usted responder a los comentaristas que le acusan a usted de ser un jefe despótico, de pagar mal, y de reaccionar de malas maneras ante cualquier empleado que le critique.
Es decir, que para usted, un buen empleado es quien le hace la ola. Pero luego se nos pone estupendo y nos viene dando lecciones de moral.
Como dijo aquel gran filósofo: Pofale, pobueno, pomalegro.
A la película o al programa de la ETB?
manolo:
Programa ETB, y de retruque, la película.
Me temo que la actriz esa (como decimos los catalanes), «ha bebido aceite» («ha begut oli»), que sería equivalente al más castizo (y al parecer, paleto) «la ha cagado».
(escolti, en catalán es más fino, oi?).
No la van a volver a contratar para una película que se emita a nivel nacional durante muchos años.
Y con suerte, eso hará que muchos actores que temen por su futuro económico y laboral, se muerdan la lengua antes de decir tonterías que ofendan a quienes pagamos su sueldo.
Desde mi punto de vista, la ley sólo debería velar para que se respete la integridad física de todos los ciudadanos, pero no creo que la ley deba velar para que la ciudadanía adulta, bien informada y con suficiente capacidad crítica y diálectica, se respete intelectualmente, coartando la libertad de expresión de nadie, aunque sus argumentos resulten repulsivos social o moralmente, o inverosímiles científicamente.
El problema radica precisamente en la falta de capacidad crítica y dialéctica de la ciudadanía adulta, auténtica razón de que aparezcan multitud de iniciativas sociales de carácter censor, tanto desde instancias religiosas, fundaciones u organizaciones sociales y políticas, foros educativos y universitarios, medios de comunicación, autoridades,… hasta ciudadanos partículares, que exigen un «respeto intelectual», «moral», «religioso», o «legal», en redes sociales (internet), sin darse cuenta que su actitud atenta gravemente contra la libertad de expresión (pilar fundamental de un auténtico sistema democrático).
En el momento en que todos los ciudadanos nos respetemos intelectualmente, se acabará el debate y la democracia, y todos nos convertiremos en súbditos resignados de un sistema político totalitario (tiranía, oligarquía, demagogia, o una mezcla cualquiera de ellas) que sólo nos permite sobrevivir como esclavos. ¿Es eso lo que realmente queremos?
Un saludo cordial
Emprendeitor, del programa de la ETB solo vi el video que puso El País en su edición para móvil (sobre 8 min.) y me pareció más un cachondeo que otra cosa; y se reían tanto de los «talibanes» españolistas como de los vascos.
Me pareció que cerca de la mitad de los conceptos eran palabras castellanas pasadas al euskera (no sé si de forma correcta o chusca) haciéndome mucha gracia «marichuloak»
vicente gómez, no sé si lo entendí mal, pero ¿dice vd que si nos respetamos unos a otros se acabaría la democracia? Curioso concepto de democracia.
@manolo xvi «Respeto» significa «consideración, acompañada de cierta sumisión, con que se trata a una persona o una cosa por alguna cualidad, situación o circunstancia que las determina y que lleva a acatar lo que dice o establece o a no causarle ofensa o perjuicio», o «consideración de que algo es digno y debe ser tolerado»
¿De verdad Vd «tolera» y «acata» las ideas de todo el mundo?
Un saludo cordial
Con menos palabreria:
http://elpais.com/elpais/2017/03/02/opinion/1488470975_456721.html#?ref=rss&format=simple&link=link
«Hay dos maneras extremas de enfrentar estas situaciones. La primera es prohibir los mensajes que ofendan a una persona, institución o grupo, al considerar que rompen las normas de libre convivencia. El problema de esta aproximación es que abre la puerta a que los ofendidos se aprovechen para eliminar aquellas ideas con las que, sencillamente, no comulgan.
Para evitarlo es posible optar por la solución opuesta, de apertura completa. Pero no resulta práctico permitir la circulación de mensajes que articulan o planean una acción directa contra la libertad. Así que la posición intermedia en la que solemos recaer los espíritus cautos es la de una limitación moderada, circunscrita a los discursos que llamen a la violencia.
Pero ni siquiera esa es zona segura, pues los incitadores del odio emplearán discursos sutiles, y tras el ataque argumentarán que se enfrentan a una caza de brujas. Funciona: en EE UU, la lucha contra lo “políticamente correcto” se ha convertido en un polo de atracción para ideas excluyentes. En Holanda, el apoyo a Wilders se incrementó después de que fuese condenado por ciertas declaraciones xenófobas.
Así que no queda sino navegar la contradicción, recordando que la ley es solo el último recurso. Antes hay otros, más efectivos. La fuerza de la evidencia combinada con un relato ideológico en positivo y atractivo funciona, por ejemplo, cuando el tema en cuestión es poco conocido para la mayoría de la población. Y sí, la transexualidad en la infancia cumple tal requisito. Hay espacio para hilvanar un debate civilizado y, al mismo tiempo, libre. Que se enriquecerá si tiramos del penúltimo recurso, que nos brinda el refranero español: a palabras necias, oídos sordos.»
vicente gómez, pues va a tener vd razón. El DLE solo reconoce acepciones negativas, casi de servidumbre, en la palabra respeto.
Yo la considero de forma positiva, tener respeto a una persona es simplemente tratarla como nos gustaría a nosotros ser tratados.
Y, como ya he dicho, el respeto solo se lo merecen las personas, las ideas solo algunas.
Como ejemplo de ideas que, para mi, no merecen el mínimo respeto son el creacionismo y la frenología (aunque hay muchísimas más que tampoco)
Manolo xvi,
Cada uno entiende el respeto y la ofensa de forma distinta.
Y efectivamente, yo quiero que me traten como trato yo. Sin miedo a la ofensa. Que los otros, con sus ideas y sus afirmaciones me remuevan las tripas y el cerebro.
No quiero que nadie me trate como si fuera un retrasado mental que no puede soportar que le contradigan. Quiero que rebatan mis ideas y que busquemos entre todos una verdad mejor que la anterior.
A veces en esos debates se entra en el terreno personal y en lugar de debatir ideas se habla sobre la persona. Ese tipo de debate es aburrido, fofo e inútil, pero lo que no puede ser es ofensivo para nadie.
Eso nos lo tenemos que hacer mirar los humanos. ¿Por qué nos afecta tanto e incluso a alguno le ofende que otro le llame tonto, gordo, ignorante, estúpido ladrón o hijo de puta. Algunas de esas palabras se refieren a condiones humanas, todas igual de respetables que sus opuestas. Otras directamente se refieren a delitos. Si tienen indicios, que vayan al juzgado.
El ánimo de ofender y de injuriar es irrelevante. Es una figura anacrónica.
Sgt. Kabukiman. Ese artículo que menciona me parece que no dice nada. Ni bueno ni malo. Nada.
Respecto a la polémica generada por el mensaje, supuestamente «transfóbico»:
«Los niños tiene pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo.»
Me llamó la atención que una persona adulta transexual (con identidad masculina, pero con vulva) le dijo a Gonzo (un entrevistador de El Intermedio, un programa de TV de La Sexta), hace unos días, que a él ese mensaje no le ofendía en absoluto, ya que él se «sentía hombre» desde que nació, y seguirá siéndolo, y que nadie le engañaba diciendo que «»hay niños con vulva», ni diciendo que «los niños tienen pene», ya que era plenamente consciente que ambos casos son ciertos.
Hace unos dias, hablando con unos amigos y amigas, acerca de la desvinculación entre «identidad de género» y «orientación sexual», que se está enseñando ahora en los colegios a los adolescentes, comentábamos que la casuística de tipos de parejas que se genera con esta desvinculación, al ser tan amplia, no sólo resulta confusa para los «niños» y «niñas», sino también para la mayoría de adultos.
En principio, todos estábamos de acuerdo en que las parejas de «mujer» (con vulva) y «hombre» (con pene), se consideran heterosexuales, y las parejas de «mujer» (con vulva) y «mujer» (con vulva), así como las parejas de «hombre» (con pene) y «hombre» (con pene), se consideran homosexuales.
Siguiendo este criterio, las parejas de «mujer» (con pene) y «mujer» (con pene), así como las parejas de «hombre» (con vulva) y «hombre» (con vulva), también deberían considerarse como homosexuales, pero ¿cómo calificar a las parejas de «mujer» (con pene) y «mujer» (con vulva), «hombre» (con vulva) y «hombre» (con pene), «mujer» (con pene) y «hombre» (con vulva)?
Ni siquiera los que convivían con adolescentes sabían qué dicen los actuales libros de texto al respecto, y tras discutir un buen rato, no estábamos seguros si habíamos contemplado todos los casos de parejas posibles, ni de si existen o no ejemplos de todas ellas, ni tampoco llegamos a conclusión definitiva acerca de lo que significaba «sentirse hombre» o «sentirse mujer», o «me gustan los hombres» o «me gustan las mujeres», «ser heterosexual» o «ser homosexual»,… más allá de lo que sentíamos nosotros mismos.
Saludos
Son casos peliagudos, podríamos hacer una tabla para tratar de sistematizar todos los casos posibles y aún así seguro que alguno se nos escaparía; ya ni hablar de analizarlos y clasificarlos todos en torno a unas cervezas. Para mi lo importante es comprender, que la identidad de género no viene determinada necesariamente por el género biológico y respetar a quienes se sienten así. Y hay pruebas psicológicas para diagnosticarlo, aunque nosotros podamos no saber qué es sentirse así.
Sobre el post principal, yo no creo que la neutralidad sea útil para solucionar el problema. En todo caso mi postura sobre el tema iría en la línea de este artículo: https://hombrelento.com/2017/03/03/sobre-los-limites-del-humor-david-broncano-y-la-drag-queen-que-se-disfrazo-de-monja/
Y creo que los exabruptos que últimamente emiten actores sociales mayoritarios y poderosos no prefiguran nada bueno http://ctxt.es/es/20170222/Politica/11228/Movimiento-Alt-Right-EEUU-Ultraderecha-Marcos-Reguera.htm
En resúmen, que veo el futuro muy negro. Todo esto son síntomas de que, como dicen por aquí, vamos a cagar trito en el futuro.
vicente… es que lo puede complicar lo que quiera.
¿Cuándo eliminará la sociedad la intolerancia ante el incesto? Si un hermano y una hermana quieren formar pareja y tener hijos, ¿qué hay de malo en ello?
¿y entre un padre y una hija, una vez ésta es mayor de edad?
¿y ante una abuela y su nieto?
¿y entre una persona y una cosa?
Es mucho más fácil.
La evolución ha hecho que el ser humano tenga tendencia a vivir en pareja con el objetivo de constituir una familia.
Es lo natural, porque es la situación que la naturaleza ha propiciado… y las personas que han optado por soluciones distintas, no han transmitido su código genético, por lo que sus genes se han extinguido.
La pareja natural es la formada por un hombre y una mujer.
Pero no hay nada de ético en eso. También es lo natural vivir en cuevas, y morir a los 40 años de una infección provocada por una herida superficial, de hambre por no haber podido conseguir presas suficientes, o aplastado por un mamut.
Es lo natural.
La evolución ha hecho que las situaciones que no son las propiciadas por la condición natural, también tengan éxito. Por lo tanto, aceptemos que además de la relación natural hombre-mujer, los adultos libres pueden, libremente, establecer los tipos de relación que deseen con otros adultos libres. Sean del género o condición que sean.
Y ya está.
Porque hasta ahora se ha hablado de las relaciones de pareja… pero ¿acaso estamos siendo intolerantes con las «triejas»? ¿qué pasa con las relaciones múltiples? Estas pueden ser fijas, o variables.
Puede haber una relación estable entre tres… o una relación de pareja en la que periódicamente se incluya un tercero, que puede ser siempre el mismo que va y viene, o puede ir cambiando, y este tercero puede ser de sexo masculino, femenino, o un hombre feminizado, o una mujer masculinizada, o un transexual, operado o no, que antes era hombre y ahora mujer, o a la inversa…
O la relación puede ser múltiple. ¿qué hay de condenable en la poligamia? Si libremente un hombre se casa con 5 mujeres… o una mujer con 5 hombres, o una mujer con 3 hombres y 2 mujeres… o una mujer con 2 hombres, 2 mujeres y un hombre con vulva, o una mujer con vulva con otra mujer con vulva más un hombre con vulva, más un hombre con pene, más una mujer con pene, más un hombre que se ha quitado el pene pero se ha arrepentido y se lo ha puesto otra vez…
Pareja natural: hombre-mujer. Es la única que asegura la reproducción dentro del núcleo familiar.
Resto de relaciones: todas son admisibles si son entre personas libres.
Ayer puse un comentario con links, y por ahí andará. Lo repito sin links, los sustituyo por lo que tienen que escribir en google en el improbable caso de que quieran leer mis referencias. En ambos casos es la primera entrada propuesta para esa búsqueda.
Son casos peliagudos, podríamos hacer una tabla para tratar de sistematizar todos los casos posibles y aún así seguro que alguno se nos escaparía; ya ni hablar de analizarlos y clasificarlos todos en torno a unas cervezas. Para mi lo importante es comprender, que la identidad de género no viene determinada necesariamente por el género biológico y respetar a quienes se sienten así. Y hay pruebas psicológicas para diagnosticarlo, aunque nosotros podamos no saber qué es sentirse así.
Sobre el post principal, yo no creo que la neutralidad sea útil para solucionar el problema. En todo caso mi postura sobre el tema iría en la línea de este artículo: «hombre lento límites del humor». Y creo que los exabruptos que últimamente emiten actores sociales mayoritarios y poderosos no prefiguran nada bueno «ctxt alt right»
En resúmen, que veo el futuro muy negro. Todo esto son síntomas de que, como dicen por aquí, vamos a cagar trito en el futuro.
Yo estoy e acuerdo , pienso que eres tonto.
Sr. Moltó, ojo.
La «ley mordaza» es posterior a la ley que, específicamente, protege a la Corona (monarca, consorte y primer heredero, creo recordar) contra cualquier declaración pública que a la Casa Real o al fiscal de turno le parezca punible.
Y se ha aplicado desde su inicio a representantes políticos con cargos ejecutivos en la Administración Pública, periodistas e incluso algún militar mediático. Así que vaya ahorrando dinero por si alguna vez dice algo demasiado… ¿molesto?
Compare usted con todo lo que se dice contra Trump, que es jefe de estado (y aún no sabe que solo eso) y verá que una monarquía que en el siglo XXI se sigue apoyando en la aristocracia, especialmente en las familias de los funcionirios y militares ennoblecidos por su apoyo a los Borbones durante la guerra en que le arrebataron la Corona a los Habsburgo o por su lealtad a los Borbones cristinos frente a los carlistas.
Sí, suena viejo, antiguo, arcaico. Pero es que así es como es la estructura social de España.
Mientras que en Francia Macron tuvo que hacer méritos para entrar en el liceo Henri IV, en España basta con ser hijo de según qué funcionario o militar para entrar en el colegio del Pilar de Madrid. La meritocracia de una república basada en los derechos del hombre desde hace dos siglos frente al predominio de un conjunto de familias que acaparan los resortes del Estado en beneficio propio más que en el de la Nación.
Pues a mí lo que más me molesta es la distinta vara de medir, ya que lo del autobús se persigue porque supuestamente genera «odio» -no sé yo donde- y la izquierda política y mediática aplaude tal persecución y sin embargo cuando la ofensa o el odio caen del lado de la iglesia o de algún estamento o asociación identificada como «de derechas» entonces todo es libertad de expresión.
También me llama la atención que el Sr. Moltó use toda esta casuística para desencadenar un ataque en toda regla contra el rey, como si él fuera el responsable de la ley que tanto molesta al Sr. Moltó.
Bien, si nos atenemos a la formulación clásica no hay derecho que no tenga limitaciones en cuanto entra en colisión con la libertad ajena, el de expresión también. Por ejemplo, tienen derecho el rapero Pablo Hasel y un tal Ciniko a expandir tweets y letras de rap con frases en las que dicen que el alcalde de Lérida se merece un tiro o que les mola el tiro en la nuca de cualquier pepero o que les encanta que a los policías los hagan volar por los aires? Lo digo porque estos dos han sido condenados recientemente por este tipo de expresiones y quienes les defienden dicen que es libertad de expresión y que les condenan «por cantar». Y yo digo, un suponer, que el hijo de un policía o guardia civil asesinado mediante una bomba lapa, escucha los rapeos del tal Hasel y le da por irse a Lérida y llenar de plomo el cerebro del individuo para obtener la inmediata satisfacción al dolor y rabia que le provocan la libertad de expresión del «artista»; lógicamente sería enjuiciado y condenado por asesinato, pero la cuestión es si no es mejor evitar eso limitando la «libertad de expresión» del rapero.