La teoría económica que respalda los beneficios del mercado y la libre competencia es de primero de primaria. Cuando la competencia tiende a infinito, el margen tiende a cero. Es fácil de entender.
La cuestión es qué significa competencia infinita.
¿Puede haber competencia infinita entre los bancos, que aparentemente no tienen grandes restricciones físicas para competir unos con otros en estos momentos de dinero casi electrónico? No, no puede haberla, al menos de momento. ¿Por qué? Por muchos motivos, pero principalmente por uno intangible: porque los clientes de los bancos nos fiamos más de unos bancos que de otros. De lo contrario, la competencia entre bancos sería muy superior a la actual.
Incluso en sectores en los que hay muchos competidores y que aparentemente no hay enormes barreras con la información la competencia real es prácticamente imposible.
El libre mercado, del que yo soy defensor, tiene muchas limitaciones. Algunos se aprovechan de esas limitaciones para regular el mercado a su favor y otros se aprovechan de esas limitaciones para «liberalizar» el mercado a su favor. El corporativismo, la falta de transparencia, los grupos de presión de toda calaña son elementos destinados a crear todas las distorsiones posibles, en uno y otro sentido, para barrer para casa, para perjudicar a la mayoría en beneficio de una minoría.
La mayoría, y la competitividad, salen beneficiadas con precios bajos. En cambio, los precios bajos no son casi nunca deseables para quienes están en el lado de la oferta. Algunos economistas incluso dicen que los precios bajos no interesan ni siquiera a quienes están en el lado de la demanda, porque unos trabajadores mal pagados no serán capaces de comprar ni siquiera los productos que ellos fabrican. Y por ese motivo defienden el proteccionismo, los aranceles y las trabas al comercio. No voy a discutir ahora ni a favor ni en contra de estas afirmaciones.
En España, en buena parte de la década de los 90, el gobierno fijaba el precio máximo de los combustibles. A juicio de aquellos gobernantes, en el mercado de combustibles español no había suficiente competencia y por tanto el cliente no tenía libertad para acceder a unas gasolineras u otras, no había posibilidad de someter a las petroleras y a los puntos de distribución a una fuerza de competencia real y por ese motivo se fijaron unos precios máximos que no se podían sobrepasar. Si las petroleras y sus distribuidoras querían competir, tenían que hacerlo hacia abajo de ese tope.
A finales de la década de los 90, el gobierno decidió que para que hubiera competencia real era imprescindible liberalizar los precios. La teoría es sencilla. Durante un periodo los precios subirán, para dar entrada a nuevos competidores, y luego bajarán como consecuencia de la entrada de estos nuevos competidores.
Ahora, tres lustros después de la liberalización de los precios, es tiempo más que suficiente para ver si la liberalización ha traído a España una reducción real del precio de los combustibles, si los márgenes de las empresas se han reducido, si la diferencia entre el precio de venta y el precio de coste ha disminuido y si en comparación con otros países (hay que tener también en cuenta las mejoras de la eficiencia de otros) los precios han evolucionado de forma favorable al consumidor español y por tanto a la inflación.
El gobierno, ese organismo que los ciudadanos pagamos para que gestione nuestros recursos en beneficio al menos de sus votantes, tendría que publicar un informe detallado de la evolución del precio del petróleo en los últimos 20 años, de la evolución del precio de los combustibles antes de impuestos, tanto en España como en el extranjero y explicar con detalle a todos los ciudadanos si la liberalización de precios ha sido beneficiosa para los ciudadanos o ha sido perjudicial para nosotros.
Lo que no es permisible, de ninguna de las maneras, es que el ministro de industria diga a las petroleras que contengan sus márgenes, que se porten bien, porque de lo contrario tomará medidas. ¿De verdad pagamos a un ministro para esto? Si la competencia funciona como debe, los precios tienen que ser ajustados por la fuerza de la competencia. Si la competencia no funciona, el regulador tiene que establecer mecanismos legales para ajustar los precios. Pero tratar a las petroleras como a los alumnos de primero de primaria «sed buenos u os castigaré de cara a la pared» es para que lo despidamos de un soplido.
Como el gobierno no da datos que justifiquen sus decisiones, como no presenta un informe que analice si el libre mercado en el sector de los hidrocarburos surte efectos beneficiosos o no para el consumidor español, el informe tendríamos que hacerlo los periodistas o algún centro de estudio. Quizá esté publicado, pero yo no lo conozco.
No tengo tiempo, pero busco voluntarios que lo hagan. Les pago con un sugus por lo menos. Y si es un informe bueno, lo pago a precio de mercado 🙂 (Que no, en serio, que lo pago bien) escríbanme a la cuenta de correo que aparece arriba y hablamos de precio. Gracias.
Sería interesante, por ejemplo, escuchar a ese mismo Ministro rectificar (como Ministro que es) y disculparse por los años que tuvimos que sufrir un impuesto ilegal y que, de oficio, el Estado debería ofrecerse y facilitar la devolución de lo cobrado ilegalmente.
O, también, al presidente de la Xunta de Galicia, echando las culpas a las gasolineras sobre que Galicia sea la C.A. con los combustibles más caros… olvidando que él mismo subió este 1 de Enero el impuesto de Hidrocarburos, en el tramo autonómico, al máximo permitido (+1,2 €cent/litro en el gasoil y +3,6 €cent/litro en la gasolina) de 4,8 €cent/litro. Y todo esto teniendo una refinería en La Coruña.
Y he aquí el resultado:
http://www.farodevigo.es/galicia/2014/04/14/alza-impuesto-carburantes-deja-galicia/1005337.html
Los efectos de esta alza impositiva en comparación con otras CC.AA. son extrapolables a la competencia, pues un alza de los precios frente al vecino implica que los grandes consumidores que pueden cambiar de proveedor (a nivel autonómico serían los habitantes de regiones limítrofes y los transportistas que repostarían antes de entrar en la C.A. «cara») y que el consumo general se retrae.
Sin embargo, sí es cierto que la ausencia de competencia real se traduce en que a las empresas que pactan precios (no tácitamente ni a priori, sino que la Comisión de Defensa de la Competencia ya ha impuesto sanciones al respecto) les sale a cuenta tener un precio suficientemente alto como para hacerse de oro con unas infraestructuras amortizadas pero no tan altos como para que la competencia foránea se plantee entrar en un mercado con tantos puntos de servicio y en el que las mejores ubicaciones ya están copadas, haciendo dudosa la amortización de la inversión en un plazo razonable.
Desconozco en profundidad el tema de CLH (compañía logística de hidrocarburos) y su influencia en todo este tinglado pero, a lo mejor, nos llevaríamos una sorpresa en la influencia que tiene esta compañía en los precios. Éstos son sus principales accionistas:
http://www.clh.es/section.cfm?id=6&side=189&lang=sp
El caso bancario es diferente: son los dineros de cada uno lo que está guardado y es la autoridad nacional la que avala (mediante el control del Banco de España -jajaja- y el fondo de garantía de depósitos -jojojo, me troncho ya- ) hasta 100.000 € por depósito y banco esos fondos; no sabemos lo que podría hacer otra autoridad nacional con los depositantes de un banco con otra bandera. Sin embargo, sí se están produciendo entradas como las de ING, que ofrecen créditos (aquí cambia el cuento porque la pasta es del banco pero las leyes son las del propio país donde se haga la operación) con condiciones mucho más ventajosas que las de la banca nacional. ¿Qué ocurre entonces? Que la gente pierde el miedo (porque sólo se juega el dinero del banco, no el suyo propio) y esas entidades empiezan a hacer negocio con la única pega que tiene que ser casi todo con dinero prestado, no dinero de depositantes.
Un saludo
Mi experiencia:
Barcelona. Una provincia generalmente cara, en todo. Pero en la que (al menos en mi zona) han aparecido varias gasolineras «low cost». He viajado de vacaciones por el centro de España (Aragón, Castilla la Mancha, Madrid; todos los años viajo por el resto de España) .
En años anteriores, me salía más barato repostar en cualquier pueblo castellano, que en Barcelona.
Este año, repostajes en gasolineras de Aragón y CLM: 1.32 €/l, 1.35€/l, 1.42€/l (esta última vez, en gasolinera de autovía).
Regreso de vacaciones. Precio que me encuentro en mi gasolinera habitual (low cost): 1.26.
(6 céntimos más barato que una gasolinera de Aragón, 9 céntimos más barato que una de Cuenca, 16 céntimos más barato que una en autovía en Aragón).
(todos los precios son de gasóleo «plus»; el caro).
Hasta este año, en Barcelona siempre había sido más caro. Pero han abierto 3 gasolineras low cost en mi pueblo, y desde entonces, el precio ha caído de forma muy significativa.
¿sirve como ejemplo?
Una aclaración: No se liberalizó así a lo bruto.
Durante unos años, el gobierno pasó, de fijar el precio de los combustibles, a fijar el precio MÁXIMO de los combustibles…. y luego ya, si hubo precio libre.
Mi experiencia personal es que el precio ha bajado sólo en los últimos años, en cuanto los hipermercados primero, y empresarios particulares después, han empezado a invertir.
Antes repostaba en centros comerciales, a cambio de descuentos directos en algún caso, o de descuentos en futuras compras en el hiper, en otros.
Pero desde que han invertido empresarios particulares, sus precios son inalcanzables incluso para grandes hipermercados.
(por cierto, que llevo aproximadamente 20 mil km con repostajes «lowcost», y sin problemas hasta la fecha).
Yo no me fio un pelo de la competencia entre «cuatro» grandes, que al final son los que mandan en los precios. Hay que recordar que en precio antes de impuestos España es uno de los paises mas caros de la U.E, señal de que en otro sitios la competencia funciona mejor.
Los datos se publican, y de hecho hace unos años en mi blog hice un pequeño estudio de la evolución del precio del barril brent, el cambio USD $ y el Euro €, y finalmente la evolución de los precios de los combustibles.
La conclusión: NOS TIMAN.
Sube el barril y tenemos subidas inmediatas en la gasolinera… baja el barril… sigue subiendo el precio del combustible.
Llega la crisis y baja la demanda… se mantiene o sube tímidamente el precio del combustible.
¿Y por qué?
Pues porque aunque el mercado esté ‘liberalizado’ de palabra, en realidad es imposible liberalizarlo.
Veamos, usted, el resto de comentaristas del blog y yo necesitamos repostar, y para ello acudimos a gasolineras.
El problema es que aunque el mercado sea ‘libre’, para montar una gasolinera existen normas y leyes que limitan cuántas y dónde se abren.
Así que si yo voy, por ejemplo, a repostar en Torrejón de Ardoz, resulta que las gasolineras están ‘repartidas’ y según su situación tienen una serie de clientes ‘fijos’ y otros de paso.
Es decir, se reparten el número posible de clientes, porque cuando vamos a repostar no vamos a irnos 4 km más allá de nuestro destino para ahorrarnos 2-3 cts por litro.
Y por si fuera poco, el propietario de la gasolinera está obligado a firmar con un proveedor para un tiempo largo y comprarle al precio que le dicte. Así que si, por ejemplo, mañana piensa en cambiar de proveedor para ofrecer mejores precios, resulta que no puede.
La auténtica competencia sería que mañana cualquiera de nosotros pudiese alquilar un terrenito, poner un deposito de gasoil (que compraríamos a quien nosotros decidiésemos) y empezar a servir combustible al precio que quiera, jugando con sus márgenes para competir con los ‘grandes’ de su alrededor.
O que pudiésemos ‘comprar’ un depósito que nos trajesen con un camión cisterna, estacionarlo en una calle y empezar a servir gasoil durante todo un día.
Pero eso no ocurre ni ocurrirá, porque las grandes petroleras ya acuerdan repartirse el mercado (¿para qué competir si podemos ganar todos?), ofrecen precios muy similares y como mucho juegan con el tema de los descuentos para clientes habituales y las tarjetas de fidelización.
Yo vivo en Navarra, Comunidad Autónoma con uno de los precios más bajos de toda España.
En una gasolinera de marca conocida, el diésel está sobre 1’30-1’31.
En las gasolineras de marca blanca (sobre todo de una cadena de hipermercados franceses, que no es Carrefour) el precio baja hasta llegar al 1’20-1’22, una diferencia por tanto notable.
Y en otras llega a bajar del 1’20 (aunque por muy poco)
Por tanto, parece claro que la posibilidad de entrada de estos competidores al mercado es positiva (parece que ocurre lo que indica la Economía teórica sobre competencia).
Desde mi punto de vista, es necesario que se siga dando entrada a estos competidores y que obliguen a una reacción por parte del cártel clásico en este sector, beneficiando a los consumidores por tanto
Manuel, lo que indica usted, no es cierto.
dice:
«El problema es que aunque el mercado sea ‘libre’, para montar una gasolinera existen normas y leyes que limitan cuántas y dónde se abren»
No es así. Las únicas normas son las que regulan cualquier actividad peligrosa (incendios, vertidos, etc., en el caso de gasolineras, algo más estrictas y específicas).
Pero justo al lado de la gasolinera de Repsol, Cepsa, o «fulanito», usted puede comprar un terreno, presentar el proyecto, y si técnicamente es correcto, nadie le dirá ni mú. Usted abrirá su gasolinera.
Y no tiene porqué firmar un contrato con nadie. Le puede comprar a quien quiera. Como si trae sus camiones-cuba cada semana desde Francia.
Yo llevo un control muy estricto de mis repostajes. En mis registros, el precio máximo se vió en agosto de 2008. Desde entonces, ha ido bajando lentamente.
Pero para mí, la bajada brusca y espectacular, fue cuando empecé a visitar los suministradores de centro comercial primero, y de marca blanca después. Y llevo desde aproximadamente septiembre de 2013 yendo a ellos.
Aproximadamente, ahorro 10 céntimos por litro. En cada repostaje (suelen ser de unos 60 litros), ahorro cerca de 6 euros.
En este (casi) año que ha pasado, yendo a «lowcost» he ahorrado aprox. 140 €.
140 € al año, sólo por el hecho de repostar en una «low cost» en vez de en una gasolinera de marca. (además instalaciones nuevas, todo funciona OK, y hay un tipo que resuelve dudas y se encarga de los cobros que se hagan en metálico, cuyos servicios nunca he necesitado, porque siempre pago con tarjeta).
(140 € no me van a sacar de pobre, pero para que se lo quede la petrolera de turno… mejor «pa mi bolsillo»).
Yo, que gasto mucho dinero en gasolina para ser un particular (a veces más de 500 euros al mes) puedo dar fe de que la aparición de gasolineras lowcost provoca una bajada de precios entre las gasolineras de su entorno, y los que no bajan los precios, pierden un buen número de clientela.
También hay gente que prefiere ir a las «marcas» porque resposta poco, y no quiere arriesgar.
En la Mancha, emprendeitor, se ha llenado todo de gasolineras low cost, sólo hay que saber encontrarlas.
Y luego está el tema de los céntimos sanitarios y demás gravámenes, que varían según la comunidad. Yo ha habido veces que en Madrid he repostado 14 céntimos más barato que en Castilla la Mancha.
@7 cierto, pero las leyes hay que cumplirlas, presentar el proyecto, correr con todos los gastos y luego que el Ayuntamiento de turno te de el permiso.
No sé en otros sitios, pero donde yo vivo casi todas las gasolineras pertenecen a la misma persona, con buenos contactos en el Ayuntamiento, y hace años que no se dan permisos para abrir nuevas gasolineras en sitios que puedan poner en peligro sus ingresos.
Además, abrir una gasolinera no es barato, así que muchos propietarios optan por firmar con una primera marca distribuidora que corre con parte de los gastos a cambio de exclusividad, así que así es difícil poder cambiar de proveedor durante unos cuantos años.
En la Comunidad de Madrid ya le digo yo que no hay tanta ‘marca blanca’ y que las diferencias con las primeras marcas no pasa de los 2-3cts por litro. Y eso a cambio de tener que desplazarte unos kilómetros para poder ir a esas gasolineras.
El caso más brutal es el del GLP. Monopolizado en España en un 95% por repsol. en toda España La diferencia máxima de una repsol a otra es de medio céntimo el litro, excepto en Barcelona que fácilmente te encuentras precios un 10-15% por debajo del resto de España. Igual me equivoco, pero lo achaco a que tradicionalmente ha sido un mercado más maduro en tema GLP y al tipo de cliente que busca el descuento ante todo y al haber gasolineras de marca blanca bien distribuidas a repsol no le queda otra que ajustarse un 10% por debajo de sus propios precios en el resto de España o no oler ni moscas.
Algún entendido que sepa como destapar el asunto? Cada vez que hecho en Barcelona en vez de alegrarme me voy con un cabreo monumental de la estafa al resto de España
Renault Mégane DCI comprado en Julio de 2002: primer repostaje a depósito lleno 34 euros.
Misma época 2014 mismo repostaje, 79 euros.
Aclarador no?
Tiene un estudio ya realizado por la CNC en el siguiente enlace:
http://www.cncompetencia.es/Inicio/Informes/InformesyEstudiossectoriales/tabid/228/Default.aspx
Que viene a decir lo que ya sabíamos: La posición dominante de Repsol y, en menor medida, de Cepsa y BP (los que refinan) prácticamente han expulsado a los demás operadores.
La realidad es que Repsol marca los precios a los demás. Y además tiene la fuerza que no tienen las otras a la hora de hacerse con licencias. Y unas puertas giratorias estupendas.
Mi experiencia con las low cost desde 2007:
-En aquella época repostaba (ahora tengo coche de gasolina) el litro de gasoil a 0’9cents., ahora veo en dichas lowcost precios entorno a 1’32 a 1’35 en mi zona que es Sevilla y su provincia. Y recuerdo haber visto hace un año precios de 1’42cents en dichas lowcost, osea que actualemente está algo más barato. Creo que la subida de precios es superior al IPC…
-Desde entonces he repostado en el primer coche durante 60.000kms y ningún problema con inyectores o bomba inyectora, y en el segundo coche (el de gasolina) 45.000kms y tampoco problemas con la calidad del combustible, hasta ahora.
Respecto a las de marca hay diferencias en mi zona de 5 a 7céntimos el litro, que si reposto 40 litros son de 2 a 2’8€ menos de diferencia.
Hola,
Entre los bancos hay mucha competencia, especialmente en banca comercial. Es un sector extremadamente competitivo.
Respecto a la información, le recuerdo que como ciudadano tiene derechos, y deberes. JotaEme le informará más de éso. Pero así como tiene el derecho a ser informado, está su deber de estar informado.
El resto es utópico romántico, no utópico informativo.
Ahora comprenderán Uds. porqué hacia 2001, incluso antes de comprar mi anterior coche, yo ya tenía interés en los coches híbridos. Y porqué en cuanto el Prius de 2ª generación llevó suficiente tiempo en el mercado como para que hubiera un parque apreciable, unidades en alquiler y una oferta de seminuevos, alquilé uno para evaluar el producto y después compré el que tengo hoy y que me permite ahorrar del orden de un 12,5 % o más de combustible.
¡¿Cómo que no?!
¡Pues por la pasta que me ahorro cada mes en gasolina, ¡leches!
Por otro lado, más dinero para ingenieros ingeniosos, en Japón o en Marte, y menos dinero para especuladores españoles y para donantes «anónimos» de dinero para el ISIS, las madrasas paquistaníes y los misioneros wahabíes y salafistas.
Que el propio Baruq Hussein O’Bama lo tuvo que decir: «No podemos usar los recursos de forma que beneficie a nuestros enemigos».
Cuarenta años tarde, Mr. President. Que en los setenta ya lo escribió otro estadounidense.
Yo creo que el libre mercado es utópico, como la Anarquía, sobre el papel, puede funcionar, pero….
A @15 («El despertar de los endeudados vivientes», me encanta su nick!!) usted que es conductor de híbrido, y esta interesado en esto y a todos en general….¿que pasó con la pila de hidrogeno?¿ya nadie estudia nada?¿compraron-lo las petroleras y guardaron-lo en un cajón, como decía un amigo mío, que habían hecho con el motor de agua?
Saludos
¿Alguien ha consultado los resultados en downstream (refino y comercialización) de Repsol o CEPSA en 2013? Lo digo por los millonarios beneficios que les reporta este «monopolio de facto».
JC
#17 El nick se me ocurrió después de ver la enésima película del maestro Romero, el autor de la primera película de «muertos vivientes». En «La tierra de los muertos vivientes» los zombies no vagan o vegetan a la espera de los vivos, sino que están repitiendo tareas por las que normalmente se cobra.
Sí, zombis trabajando, solo que sin objetivo económico alguno. Nada de «con lo que ahorre en 3 años compraré mi siguiente coche» o «a los 55 me retiro a vivir de las rentas», según las preferencias de cada cual.
Eso coincidió (la película es de 2005, pero yo la vi mucho después) con la triste realidad de que la mayoría de la gente a la que le ha ido peor que mal en esta crisis es la que más se endeudó, independientemente del objetivo (empresarial, consumo, necesidad). Y en un episodio de «Family guy» se referían a los que refinancian su hipoteca impagable solo para demorar un año más la ejecución / lanzamiento / ruina con la expresión clave:
«Están muertos y no lo saben».
Cruel, pero cierto. Si no olvidásemos la Historia y/o leyésemos más sobre la vida en otros países sabríamos que el endeudamiento ilícito es causa de esclavitud. En la India y Tailandia hoy en día, como en la Roma republicana. A Espartaco no solo le siguieron esclavos, sino pequeños propietarios agrícolas que veían que iban a ser esclavizados por sus acreedores, senadores y nobles que habían prestado a sus familias el dinero preciso para sobrevivir mientras ellos combatían en las legiones durante años seguidos.
#17 La pila de hidrógeno. Pues hay «hidrogeneras» aquí (Alemania) y allá (California) y coches de serie que se venden solo con la pila de combustible. Una berlina grandota de Honda en los EE.UU. y alguna de BMW y no sé si Mercedes (en la RFA).
A poco que uno lea sobre el tema energético, más allá de los coches, está claro que la evolución habida hasta ahora ha consistido en ir eliminando los elementos que rodean al carbono (en la leña, el carbón, el petróleo hasta el «gas natural», el metano y el etanol) y luego en deshacerse del carbono y dejar solo el hidrógeno. Pero siempre para una combustión, externa o interna.
Y en esa evolución, como el hidrógeno es el elemento más simple que hay, si se le quiere «pelar» más, lo siguiente es dejar al electrón del hidrógeno sin su protón ni su(s) neutrón(es). Es decir, la electricidad pura y dura. Más ligero (siendo manejable y barato) que los electrones, solo quedan los fotones. Pero para la movilidad planetaria no sirven, solo para la navegación espacial a vela y solo suficientemente cerca de estrellas.
También hay motores iónicos. Que yo sepa, hay al menos uno instalado en una sonda espacial. Es barato y aunque proporciona poco empuje, es constante durante periodos muy largos, de años, en los que la velocidad no hace sino aumentar. De tal forma que una «tortuga» iónica lanzada ahora mismo terminaría alcanzando y «adelantando» a las «liebres» lanzadas en los 70 (las Viking que ahora están descubriendo nuevos elementos del sistema solar más allá de los límites conocidos). El problema es que el motor iónico tampoco sirve más que en el espacio.
Yo tengo puestas mis esperanzas en el grafeno. Se conoce desde el siglo XIX pero en breve puede servir para hacer pilas ligerísimas y de mayor capacidad, puede que aptas para coches con una autonomía similar a la de los vehículos medios de hoy en día (¿750 a 1000 km reales, no teóricos?)
Y no me hable del tiempo de recarga, porque una pila ligera y pequeña no se recarga durante el viaje, se cambia por otra ya cargada de entre las que tienen en las estaciones de servicio. O si son suficientemente pequeñas, se llevan varias cargadas desde casa en un «rack» donde se monta el número de baterías necesario, según la distancia a que se quiera / tenga que desplazar el coche hasta el próximo punto de recarga. O el dinero a gastar, que esa es otra.