Miércoles 17 de junio
Me despierto en Suecia. Donde me acosté. Salgo de Malmö hacia Oslo después del mediodía. No está muy lejos, unos 600 km. Si todo va bien llego pronto a Oslo y trabajo más, que necesito ponerme al día con el diario del viaje.
En los primeros kilómetros por las autopistas suecas me doy cuenta de que nunca he reparado en un paisaje parecido. Una tierra llana, como una sábana estirada, a continuación del mar, que está al mismo nivel. ¿Por qué aparece tierra de pronto en lugar de mar si no hay relieve?
En mi recuerdo las costas siempre tienen algo de relieve, de desnivel. Aquí, aparentemente no. Entre tanta llanura, el mar es más llano que en otros lugares. Quizá porque compite con la tierra.
El relieve lo dan los árboles.
Muchos kilómetros más tarde aparecen las primeras ondulaciones de la sábana verde. Es noticia poder hacer una foto desde un punto elevado. La hago.
Son ondulaciones imperceptibles, que aquí son noticia. En España nos servirían como referencia para medir la llanura.
Poco después la llanura regresa.
Unos 200 kilómetros después de salir, a unos 100 kilómetros de Göteborg, aparece una suerte de elevaciones en el horizonte. Nueva noticia.
Antes de llegar a las elevaciones encuentro estos camiones que señalizan trabajos. Tienen interés por diferentes motivos. En primer lugar porque hay dos, que se sitúan de tal forma que obligan a los conductores a hacer un S para reducir la velocidad. También porque aparentemente son muy pesadotes. En caso de impacto contra ellos por despiste, protegerán bien a las personas situadas delante de ellos. Otro aspecto interesante son los cojines de absorción que llevan en la parte posterior para aminorar la deceleración de los posibles coches que choquen contra ellos.
Para superar las elevaciones que había al fondo, se han realizado desmontes.
Me entero de que el suelo de Suecia es de roca. ¿Cómo puede ser de roca una superficie tan plana? Yo pensé que serían sedimentos. No lo parece. Habrá sedimentos en los valles para acabar de aplanar, pero la ondulación de la roca es mínima, su pendiente cercana a cero.
¿Cómo puede haber tanto árbol nacido directamente sobre la roca? Imagino que sólo es posible tanto árbol en esa superficie si llueve tanto como aquí. Supongo que será así. Surgen preguntas a cada minuto. A veces demasiadas, porque no hay cómo apuntar.
Después del túnel para superar montaña de poca altura, pero de roca, vuelve la planicie.
Hasta que llega Göteborg, que o bien no tiene circunvalación o me la he perdido. Antes de poner a cero el ordenador por las nuevas condiciones de tráfico, apunto los datos.
Desde que he salido he recorrido 277 km, con un consumo de 6,1 l/100 km a 106 km/h de promedio con un crucero de 119 km/h.
El atasco de Göteborg, con sus puentes y túneles.
Ya fuera de la ciudad sigo hacia Oslo.
Después de Göteborg, las rocas se apelotonan con mayor frecuencia.
La carretera se mantiene plana y con ligero viento lateral desde que he salido de Malmö.
Son condiciones perfectas para carrera monomarca y monopatrocinador. El 31 apura más la frenada que el 30, que va protegido del viento. Yo voy al rebufo del que frena antes. Así vamos mal. Pero creo tenemos el interior. Tenemos alguna posibilidad de ponernos primero y segundo. Por detrás viene el resto del pelotón. Es la primera vuelta. Nos jugamos la carrera en esta frenada (Continuará)