Rover 75 Tourer 2.0 CDT (2001) | Muchas alternativas menos costosas
Este Rover es más costoso que familiares como el Citroën C5 2.2 HDi Break, el Ford Mondeo 2.0 TDCi Wagon, el Peugeot 406 2.2 HDI Break o el Renault Laguna Grand Tour 1.9 dCi. En cambio, no llega al precio de un Audi A4 Avant 1.9 TDi o un Mercedes C 200 CDI Familiar (ambos más pequeños pero más potentes y rápidos).
Respecto a los primeros, Rover 75 Tourer se distingue por la presentación interior, con materiales mullidos de excelente tacto en puertas, salpicadero y consola central. La madera que preside toda la parte frontal del salpicadero le da un toque distinguido y sólo desentona en el interior el remate de los parasoles, con unos rebordes algo «cortantes».
Por nivel de equipamiento no ofrece realmente más que otros modelos similares (aunque destaca en algunos detalles como el sistema de TV opcional). Si bien puede llegar a ser muy completo, le falta el control de estabilidad, que no se ofrece ni en opción.
El Rover 75 Tourer 2.0 CDT es un coche indicado para aquellos que buscan una buena relación entre estabilidad y confort. Se encuentra en un nivel excelente, pero tampoco creo que supere a otros como el Ford Mondeo Wagon, el Peugeot 406 Break o el Renault Laguna Grand Tour 1.9 dCi (el Citroën C5 Break no lo he llevado).
La similitud de todos estos modelos en aspectos técnicos, dinámicos o de equipamiento hace la elección muy difícil, aunque si estamos interesados en unas buenas prestaciones, tendremos que descartar el modelo de Rover. El Tourer 2.0 CDT es el más lento con diferencia, incluso más que otros modelos turbodiésel con 110 CV y mucho más que otros modelos con más potencia y similar precio (Alfa 156 Sportwagon 2.4 JTD o Volkswagen Passat Variant 1.9 TDI 130 CV). Por el contrario, está bien situado en el apartado de consumo, siendo de los mejores en este aspecto atendiendo a las cifras homologadas. También es de los más silenciosos en marcha.
Tampoco destaca comparativamente en habitabilidad ni en capacidad de carga. La del Rover 75 Tourer es buena, pero no mejor que la mayor parte de sus posibles rivales, casi todos ellos con un maletero más grande. Aún así sigue siendo un coche muy funcional y práctico en el uso diario.
Lo que menos favorece al modelo de Rover es su mala relación entre peso y potencia.