Peugeot 607 2.2 HDi (2001) | Bien el interior, salvo el asiento
Normalmente, la relación entre tamaño y espacio interior es peor cuanto más grande es el coche; el 607 es un ejemplo de ello. No tiene más espacio para las piernas atrás que un 406, y el desplazamiento máximo del asiento delantero puede ser escaso para las personas más altas. Es más ancho que la mayoría de sus competidores (tanto delante como detrás) y la altura es suficiente para personas de talla normalmente alta.
El maletero tiene 481 litros de capacidad, según medidas de Peugeot. No es mucho, pero tampoco es de los peores. Pierde algo de volumen aprovechable por causa del sistema de cierre de la tapa. Actualmente casi todos los coches modernos tienen una articulación exterior. El 607, en cambio, sigue con las barras que se meten dentro del maletero, aunque lo hacen dentro de un espacio previsto para ello y no aplastan el equipaje. La guantera es grande (y está refrigerada), y dispone de varios huecos útiles alrededor del conductor para dejar cosas.
La instrumentación es más abundante de lo habitual y está complementada por un buen ordenador de viaje. Cuesta un poco acostumbrarse a él, porque tiene distintas posibilidades de configuración, pero si se le dedica un poco de atención puede ser muy útil. Una de las características que más me han gustado de él es que puede dar tres informaciones a la vez (autonomía, velocidad media y consumo medio). Recurre a iconos para distinguir las informaciones, que no siempre están muy claros.
Desde el punto de vista de la conducción, el asiento no está a la altura de lo demás. Cuando devolví el C5 advertí a la gente de Citroën de que el asiento de esa unidad «estaba cedido». Por la parte derecha de la banqueta, hay una zona en la que —si se hace suficiente presión— se nota algo puntiagudo. Supuse que algo así era un fallo de nuestra unidad por ser de las primeras fabricadas, y no le di importancia. Pero en el 607, que tiene un asiento igual aunque algo menos blando que el C5, me he encontrado el mismo saliente. No es fácil notarlo normalmente, si no se presiona en el punto donde está, pero una persona que pese mucho lo va a sentir constantemente. Se nota también cuando hay una fuerte curva a la izquierda, porque casi todo el peso del cuerpo descansa entonces sobre la zona que esconde ese saliente. Sería menos grave si el asiento sujetara más, pero es blando y apenas envuelve el cuerpo. Lo hemos probado con tapicería de terciopelo, con cuero debe ser aún peor.
La unidad que hemos probado tenía 15.000 km al recogerla, más de lo normal en un coche de prensa; el trato que se le da a estos coches es duro y a veces descuidado. Acaso por esa razón, tenía algunos desajustes que producían varios ruidos (conté cuatro distintos, alguno muy molesto) y ciertas superficies deslucidas (el pomo de la palanca había perdido parte de la capa cromada que lo recubre).