Mercedes-Benz AMG GT Roadster (2017) | Información técnica
El chasis y la carrocería del Mercedes-AMG GT Roadster son en su mayoría de aluminio (más de un 90%). Otro metal presente es el magnesio, del que está hecho el frontal. La tapa del maletero no es de acero, como en el AMG GT Coupé, sino de un material compuesto. La estructura que está por debajo del maletero es de una mezcla de un plástico SMC —«Sheet Moulding Compound» o lámina compuesta moldeada— con fibra de carbono. La capota está hecha de tres capas de lona y la estructura que la soporta es de acero, aluminio y magnesio.
El chasis tiene unos refuerzos estructurales que no están presentes en el AMG GT Coupé y que tienen por objetivo compensar la pérdida de rigidez debida la ausencia del techo. Por ejemplo, los largueros que forman los umbrales de las puertas son más gruesos, hay pletinas adicionales en la unión del parabrisas con el salpicadero, una barra de refuerzo para el eje trasero de ruedas y un travesaño de aluminio tras los asientos que sirve de soporte para el sistema de protección en caso de vuelco. Estos refuerzos incrementan el peso del vehículo. El AMG GT Roadster pesa 1670 kg, 55 más que el AMG GT Coupé (ficha comparativa). El AMG GT S Roadster pesa 1700 kg, también 55 más que el GT S Coupé (ficha comparativa). El AMG GT C Roadster pesa 1735 kg, 35 más que el GT C Coupé (ficha comparativa).
El motor es el mismo en toda la gama AMG GT, tanto Coupé como Roadster (Mercedes-Benz lo identifica con el código M 178). Es de gasolina, tiene ocho cilindros dispuestos en V, 3982 cm³ de cilindrada, dos turbocompresores e inyección directa. Hay algunas diferencias entre el motor de las versiones AMG GT C (557 CV) y AMG GT R (585 CV) y el de las versiones AMG GT (476 CV) y AMG GT S (522 CV). Estas son: los turbocompresores del GT C y GT R son más grandes y generan más presión —1,25 bar en el GT C y 1,35 bar en el GT R, en vez de 1,20 bar en el GT y GT S—, la superficie de intercambio de calor de los intercooler es mayor y la relación de compresión es más baja —9,5:1 en el GT C y GT R y 10,5:1 en el GT y GT S—.
El motor del AMG GT Roadster produce la potencia máxima (476 CV) a 6000 rpm y el par máximo (630 Nm) entre 1700 y 5000 rpm. El de GT S Roadster da la potencia máxima a 6000 rpm y el par máximo (670 Nm) entre 1800 y 5000 rpm). El del GT C Roadster da la potencia máxima (557 CV) a entre 5750 y 6750 rpm y el par máximo (680 Nm) entre 1900 y 5750 rpm.
La caja de cambios es automática de tipo doble embrague con siete relaciones. Mercedes-AMG la denomina AMG SPEEDSHIFT DCT 7 y tiene un programa de manejo manual que no sube automáticamente a la siguiente marcha al llegar al corte de inyección. De acuerdo con Mercedes-AMG, la unidad electrónica de gestión del cambio del GT C es diferente a la del GT ya que la han reconfigurado para adaptarse a la mayor potencia del motor.
Esta caja está colocada por detrás del habitáculo para equilibrar el peso entre ambos ejes de ruedas. La distribución de peso en el GT Coupé es 47% delante y 53% detrás; no sabemos si la del GT Roadster es la misma o ligeramente diferente. Para unir el eje del cigüeñal con el eje de entrada al cambio hay una barra de transmisión hueca hecha de fibra de carbono. Integrado en la carcasa de aluminio del cambio se encuentra el diferencial de deslizamiento limitado, que es mecánico en el GT y que está controlado electrónicamente en el GT S.
El GT C Roadster, además de tener un motor más parecido al del GT R Coupé que al del resto de versiones, hereda también algunas de sus soluciones técnicas. Por ejemplo, tiene un eje trasero direccional. Esto quiere decir que las ruedas traseras pueden girar en las curvas. Lo hacen un máximo de 1,5 grados. Hasta 100 km/h en sentido contrario a las delanteras; por encima de esa velocidad, en el mismo.
Los parachoques del GT C Roadster son diferentes de los de los GT Roadster y GT S Roadster, dan un mayor apoyo aerodinámico a alta velocidad y aumentan la refrigeración del motor y de los frenos. Como consecuencia de estos parachoques, la carrocería del GT C Roadster es 68 milímetros más ancha (tiene la misma anchura del GT R Coupé, es decir, 2007 mm). Imagen posterior del GT Roadster e imagen posterior del GT C Roadster.
La suspensión de las tres versiones es de tipo independiente en las cuatro ruedas y tiene muchos elementos fabricados en aluminio. Hay dos tipos de amortiguadores: sin posibilidad de ajuste (son los que lleva el GT Roadster) y otros controlados electrónicamente (son los de los GT S Roadster y GT C Roadster). A estos últimos Mercedes-AMG les da el nombre de AMG RIDE CONTROL y dan al conductor la posibilidad de elegir entre tres configuraciones: COMFORT, SPORT y SPORT+.
El sistema de frenos también es distinto según la versión. El AMG GT Roadster tiene cuatro discos de 360 milímetros de diámetro, mientras que en los GT S Roadster y GT C Roadster, los delanteros miden 390 mm (los traseros 360 mm). Los discos son en todo caso de hierro fundido. En ambos casos se puede solicitar, pagando la opción, unos discos de material cerámico. Con las medidas de llantas y los neumáticos ocurre lo mismo: la versión de 476 CV tiene llantas de 19 pulgadas en ambos ejes y neumáticos en medidas 255/35 (eje delantero) y 295/35 (eje trasero). La de 522 CV tiene llantas de 19 pulgadas en el eje delantero con neumáticos 265/35 y de 20 pulgadas con neumáticos en medidas 295/35 en el trasero. Por último, la de 557 CV tiene llantas de 19 pulgadas en el eje delantero con neumáticos 265/35 y de 20 pulgadas con neumáticos en medidas 305/30 en el trasero.
Las dos versiones de AMG GT Roadster tienen tras la parrilla una persiana con lamas controladas electrónicamente. Esta persiana se abre para ayudar en la refrigeración del motor y, cuando no es necesario, se cierra para mejorar la aerodinámica. El coeficiente aerodinámico Cx del GT Roadster es el mismo del GT Coupé, 0,36 (en la versión GT R Coupé es 0,35).