El Volvo V90 Cross Country es una variante del Volvo V90 preparada para circular por zonas sin asfaltar de dificultad moderada. Tiene una altura libre al suelo 60 milímetros mayor que el modelo del que deriva y unas protecciones de plástico en la carrocería. La tracción es siempre en las cuatro ruedas.
Está disponible con cuatro motores, dos Diesel —D4 de 190 CV y D5 de 235 CV— y dos de gasolina —T5 de 254 CV y T6 de 320 CV—. Todos ellos son de cuatro cilindros. En el D4, el cambio puede ser manual o automático; en el resto es siempre automático. Tiene un sistema de ayuda de descenso de pendientes y un modo de conducción llamado Off-Road que modifica la respuesta del motor y la caja de cambios (si es automática) para adaptarse a la circulación fuera del asfalto. El equipamiento de confort y seguridad —tiene muchos elementos de asistencia a la conducción— es similar al del S90 (prueba de este modelo).
El precio de venta parte de 57 447 euros, correspondiente a la versión V90 Cross Country D4 con cambio manual (precios de todas las versiones). La versión D4 con cambio automático es notablemente más costosa que un Volkswagen Passat Alltrack de 190 CV y cuesta menos que un Audi A6 allroad de 218 CV y que un Mercedes-Benz Clase E All-Terrain de 194 CV (ficha comparativa).
La versión D5 es más costosa que el Allroad de 218 CV y sigue siéndolo menos que el Clase E All-Terrain de 194 CV (ficha comparativa). La diferencia de precio de un V90 Cross Country con respecto al V90 equivalente varía entre unos 1900 y 7200 euros. Las mayores diferencias se dan en las versiones D4 y T5, que en el V90 son siempre tracción delantera.
Apenas hay variaciones en la comodidad de marcha entre un Volvo V90 y V90 Cross Country. Debido a la mayor altura del segundo, la carrocería sufre un balanceo sutilmente mayor en las curvas, pero las diferencias son pequeñas tanto desde el punto de vista del confort como de la agilidad en las reacciones.
Nosotros hemos probado con detenimiento el V90 Cross Country D5 y también hemos conducido brevemente el T6 durante una presentación a la prensa. Independientemente de cuál de los motores lleve este Volvo, a velocidad sostenida es un coche muy silencioso y apenas se oye el ruido procedente de ellos. En términos generales, el interior también está muy bien aislado del ruido aerodinámico y del de rodadura por lo que, en definitiva, los desplazamientos son muy confortables. En el apartado Impresiones de conducción ampliamos estas apreciaciones y comparamos en detalle el Cross Country D5 con el Mercedes-Benz Clase E All-Terrain 220d de 194 CV y el Audi A6 Allroad 3.0 TDI de 218 CV.
Las diferencias más claras entre el D5 y el T6 se dan al ralentí —el Diesel vibra un poco más, sin llegar a ser molesto— y, sobre todo, bajo fuerte demanda de aceleración —el T6 acelera mucho más—. Aunque mucho más veloz, el T6 no nos ha parecido que tenga la ventaja de suavidad en la entrega de potencia que normalmente dan los motores de seis o más cilindros (tanto el BMW Serie 5, como el Mercedes-Benz Clase E, como el Audi A6, tienen motores de seis cilindros de gasolina de más de 300 CV).
La altura libre al suelo de la carrocería es 210 milímetros, la misma que tiene el Volvo XC70, modelo al que reemplaza. También es la misma que tiene un Jeep Renegade Trailhawk, que es la versión del Renegade con mayor preparación todoterreno, y es superior a la de modelos como el Hyundai Tucson (172 mm) y el Renault Kadjar (190 mm). Igualmente, es más elevada que la de otros turismos familiares con orientación todoterreno, como el Audi A6 allroad (185 mm en la posición más alta de su suspensión neumática de altura regulable), el Mercedes-Benz Clase E All-Terrain (156 mm; mismo caso que el Audi), el Subaru Outback (200 mm) y el Volkswagen Passat Alltrack (176 mm).
Una distancia libre al suelo grande mejora los ángulos característicos, que son los que marcan la diferencia a la hora de salvar obstáculos, para que estos no golpeen con los bajos del coche. Sin embargo, esto no quiere decir que el Cross Country sea un todoterreno puro o igual de capaz que el Renegade Trailhawk, por ejemplo; primero porque sus ángulos característicos son distintos y segundo porque no dispone de algunos elementos que mejoran la capacidad de avance en situaciones complicadas.
Los 60 mm adicionales de altura al suelo con respecto al V90 se deben a cambios en la suspensión y también a unos neumáticos con un diámetro mayor. Las dimensiones de los neumáticos de serie son 235/55 R18, mientras que las del V90 son 225/55 R17 (245/45 R18 en D5, T5 y T6). En opción hay unas llantas de 19 pulgadas sobre las que van montados unos neumáticos de medidas 235/50.
El V90 Cross Country mide 4939 milímetros de longitud, por lo que es 3 milímetros más largo que el V90. Esto se debe a que los parachoques del Cross Country son diferentes, un poco más voluminosos. El espacio para ocupantes y carga, así como la calidad de recubrimientos de los materiales del interior (que es muy elevada) son iguales que en el V90. Por este motivo, el apartado de Impresiones del interior del V90 es el lugar al que el lector debe dirigirse para informarse sobre los detalles del interior del Cross Country. En nuestra tabla comparativa de mediciones del interior se puede apreciar que el único dato que varía con respecto al V90 es la altura al borde de carga del maletero, que es 4 cm mayor en el Cross Country (67 cm frente a 63).
Está disponible con dos niveles de equipamiento: el básico (que no tiene nombre) y otro superior denominado Pro. La diferencia de precio entre ambos, a igualdad de motor, es de 4276 euros (ficha comparativa de equipamiento). Entre los elementos de equipamiento que son de serie desde el nivel básico están los faros de ledes, un control electrónico de descenso de pendientes, sensores de aparcamiento traseros y varias ayudas a la conducción. El nivel Pro añade faros antiniebla y asientos delanteros de cuero con regulaciones eléctricas y función de memoria que, opcionalmente y solo en caso de escoger el Pro, se pueden completar con funciones de ventilación, masaje o ajuste en anchura.
La lista de elementos de equipamiento opcionales es muy extensa y puede incrementar en un porcentaje importante el precio base del coche. La realidad es que algunos de estos elementos son de serie o tienen un precio mucho más bajo en modelos menos sofisticados de marcas generalistas. De entre el listado de opciones, a continuación están expuestos solo algunos ejemplos con sus precios correspondientes: rueda de repuesto (113 euros; de serie tiene un kit de reparación de pinchazos), aparcamiento asistido con sensores de proximidad delanteros (811 euros), asistente de luz de cruce (692 euros), cámara de visión periférica (1163 euros), detector de vehículos en el ángulo muerto (629 euros), asientos delanteros con calefacción (396 euros), navegador (1226 euros), techo corredizo (1666 euros) y un equipo de música de la marca Bowers and Wilkins (3458 euros, que da una calidad de sonido excepcional).
En nuestro comparador de seguros de coche, hemos calculado el precio de una póliza a todo riesgo sin franquicia para un Volvo V90 Cross Country D4 automático. El tomador es una persona de 49 años que vive en Madrid y guarda el coche en garaje. Este hombre, varón, recorre unos 30 000 kilómetros cada año y lleva 9 años sin dar un parte con su actual póliza de seguros. Con estos datos, el precio más barato lo ofrece Génesis (Póliza Vip) por 1000 euros anuales.