Škoda actualiza el Rapid que presentó por primera vez a mediados de 2012 (prueba del Škoda Rapid 2013). Tiene pequeños cambios de aspecto, una gama de motores parcialmente renovada y elementos de equipamiento que no estaban disponibles con anterioridad. La dimensiones de la carrocería no cambian: mide 4,48 metros de longitud, 1,71 m de anchura y 1,46 m de altura. Estará a la venta en España en julio de 2017.
Como el modelo anterior, el Rapid es un coche con una excelente relación entre el tamaño de la carrocería y el espacio interior. Según nuestras mediciones sobresale por espacio para las piernas en las plazas posteriores, que es superior al de algunos modelos mucho más grandes, como un Ford Mondeo, un Renault Talisman o un Citroën C5. Los 136 centímetros de anchura entre puertas que hemos medido en esta misma fila de asientos lo sitúan en la parte media-baja de nuestro listado comparativo, si bien hay que tener en cuenta que el Rapid tiene una carrocería más bien estrecha (mide 171 cm, 2 menos que la de un Škoda Fabia o un Renault Clio).
El maletero, con 550 litros de capacidad, es otro ejemplo del buen aprovechamiento del interior. De acuerdo con este listado comparativo, en España no hay ningún vehículo de tamaño similar que tenga uno más grande. Además, bajo el piso del maletero hay espacio para guardar una rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro.
Los cambios en el habitáculo no son demasiado grandes. Son distintas las molduras decorativas que rodean las salidas de ventilación y los mandos del climatizador, el cuadro de instrumentos y los sistemas multimedia disponibles. Estos últimos pueden tener compatibilidad con los sistemas Android Auto, Apple CarPlay y MirrorLink, así como acceso a Internet para obtener información sobre el estado del tráfico, la localización de gasolineras o la previsión meteorológica. También puede tener un punto de acceso a Internet mediante una conexión inalámbrica WiFi al que se pueden conectar varios dispositivos. Salvo por estos detalles, todas las impresiones del interior del Rapid 2013 siguen estando plenamente vigentes.
En el exterior, los cambios más significativos se centran en la parte frontal del vehículo, donde Škoda ha modificado el parachoques, ha variado el diseño de los faros antiniebla y ha incluido unos faros principales que, opcionalmente, pueden tener iluminación diurna mediante ledes e iluminación principal (cortas y largas) mediante bombillas de xenón (imagen). En la parte posterior, los cambios se limitan a unos pilotos oscurecidos que, en algunas versiones, pueden cumplir sus funciones mediante ledes. También nuevos diseños para las llantas de aleación.
El Rapid 2017, como el modelo anterior, es un coche bien resuelto dinámicamente: es relativamente cómodo, tiene reacciones muy seguras y un habitáculo bien aíslado del ruido exterior. Ahora bien, no resulta especialmente ágil en curvas lentas y tampoco circula por autopistas o vías rápidas con demasiada suavidad. La suspensión, por ejemplo, no consigue filtrar correctamente algunas irregularidades (badenes en ciudad o juntas de dilatación mal enrasadas) y, en general, no ofrece una calidad de rodadura equiparable a la de otros modelos de la gama, como el Octavia o incluso el Fabia. La dirección y el cambio, por contra, tienen muy buen tacto y se manejan con suavidad.
La principal novedad en la gama de motores es la incorporación de dos de gasolina de tres cilindros y 1,0 litros de cilindrada con 95 y 110 CV. Ambos mueven con agilidad al Rapid y no son demasiado ruidosos, pero no funcionan con excepcional suavidad de los 1.2 TSI de cuatro cilindros de la gama Rapid 2013 (que tenían 90 y 110 CV). Según los datos oficiales proporcionados por Škoda, los nuevos motores de tres cilindros gastan menos combustible que los de cuatro cilindros a los que sustituyen (y en el caso de la versión de 95 CV, también mejores prestaciones; ficha comparativa).
Además de estos dos motores, el Rapid también se puede pedir con otro de gasolina —1.4 TSI de 125 CV— y otros dos Diesel —1.4 TDI 90 CV y 1.6 TDI 116 CV—. La caja de cambios de serie es siempre manual de cinco o seis velocidades (en función del motor elegido) excepto en la versión más potente de gasolina (1.4 TSI 125 CV), que tiene una automática de doble embrague y siete relaciones. Esta última caja de cambios es una opción para las versiones 1.4 TDI 90 CV y 1.0 TSI 95 CV. Todos llevan un sistema de apagado y encendido automático del motor en las detenciones (Start&Stop) que funciona de manera correcta (no es el más rápido ni el más suave, pero cumple bien con su cometido).
Opcionalmente, el Rapid 2017 puede tener elementos de equipamiento como el sistema de acceso y arranque sin llave (Škoda lo denomina Kessy), una alerta por cansancio del conductor, un sistema de frenado automático de emergencia en ciudad con deteccion de peatones o uno que cambia automáticamente entre luces cortas y largas (en combinación con los faros opcionales de xenón).
También puede tener algunos elementos prácticos a los que Škoda denomina «Symply Clever»: dos tomas USB para los ocupantes de las plazas posteriores, un rascador de hielo en el interior de la tapa del combustible, una alfombrilla reversible para el maletero, un hueco específico para el chaleco de alta visibilidad bajo el asiento del conductor o un paraguas bajo el asiento del pasajero.
El Rapid 2017 aún no aparece en nuestro comparador de seguros, pero dado que los cambios con respecto al modelo anterior no son muy grandes, el precio de una póliza no tampoco debería ser muy distinto. Hemos hecho una simulación de seguro a todo riesgo sin franquicia para un Rapid 1.4 TSI 125 CV de la gama 2013. El precio más bajo lo ofrece la compañía Direct Seguros y cuesta 336 euros al año. El tomador es un hombre de 49 años con más de 10 de carné que recorre unos 15 000 km al año, aparca en un garaje comunitario y reside en Madrid.