El León ST X-PERIENCE es una variante de la gama León hecha a partir del León ST, la versión con carrocería familiar. Se diferencia del ST porque tiene una suspensión que aumenta la altura libre al suelo, unas protecciones de plástico que recubren el perímetro inferior de la carrocería —las puertas, los pasos de rueda y los paragolpes— y algunos detalles decorativos específicos en el habitáculo. La última novedad del Leon X-PERIENCE es que, desde junio de 2015, está disponible con tracción delantera, asociada a los motores Diesel de 110 CV (que ya se ofrecía con tracción total) y gasolina de 125 CV.
Puede ser un modelo interesante para quien no quiera un todoterreno —porque no quiera prescindir de las ventajas dinámicas de un coche con el centro de gravedad bajo— y, a la vez, necesite una mayor altura libre al suelo que en un turismo convencional, bien para circular por algunas pistas de tierra o bien porque circule en zonas donde se acumulan varios centímetros de nieve.
El León ST X-PERIENCE se puede adquirir con uno de los siguientes motores: tres Diesel —110, 150 y 184 CV— y dos de gasolina —125 y 180CV—. Las versiones de 180 y 184 CV tienen, de serie, cambio automático (de doble embrague, DSG); en las otras es manual.
Salvo las dos versiones de dos ruedas motrices introducidas en verano de 2015, el resto llevan los motores acoplados a un sistema de tracción total conectable automáticamente. Todas las versiones disponibles.
SEAT utiliza el mismo sistema de tracción total conectable automáticamente que el resto de modelos del Grupo Volkswagen con el motor colocado transversalmente: un embrague Haldex (de quinta generación). Este dispositivo acopla en distintos grado las ruedas traseras a las delanteras pudiendo repartir hasta en partes iguales el par motor. No hay sistemas específicos de conducción fuera del asfalto que modifiquen la respuesta del motor, del cambio automático, del ABS ni un control de velocidad para los descensos, elementos que sí tiene el Volkswagen Golf Alltrack.
La distancia libre al suelo es 172 mm, la misma que tiene un KIA Sportage. No es mucho, pero puede ser suficiente en algunos casos para evitar rozar con el suelo en pistas muy deterioradas o quedarse empanzado si hay mucha nieve. Tiene 27 mm más que un León ST, diferencia que se consigue con unos muelles que elevan el coche 15 mm y con un neumático de mayor diámetro (205/55 R17; la llanta es del mismo tamaño pero el perfil de neumático es de 113 mm en vez de 101 mm) que da los 12 mm restantes. Aun con ese aumento de goma, no son unos neumáticos idóneos para circular fuera del asfalto (los del coche que hemos probado eran Goodyear EfficientGrip Performance, un tipo de rueda pensada para turismos y que no es de tipo M+S), ni son de los que la Guardia Civil permite usar cuando es obligatorio el uso de cadenas.
Su mayor altura respecto a cualquier otro León la he percibido como una desventaja sólo en los cambios de apoyo, situación en la que la carrocería se balancea más y tarda un poco más en apoyar. La diferencia es pequeña y la conducción es tan satisfactoria como la de otro León, incluso en carreteras reviradas. Es un coche con un excelente equilibrio entre confort y estabilidad. Es cómodo, no tiene reacciones bruscas y permite un paso por curva muy rápido. Las impresiones de conducción de la prueba del SEAT León ST son válidas también para éste.
Las versiones de 180 y 184 CV pueden tener un sistema de amortiguación variable (llamado DCC) que no llevaba instalada la unidad que hemos probado. La suspensión trasera es de dos tipos según sea el sistema de tracción. Las de tracción total tienen un paralelogramo deformable mientras que las de tracción delantera anunciadas tendrán un sistema de brazos tirados unidos por un eje torsional (artículo sobre tipos de suspensiones).
El motor Diesel consume muy poco gasóleo si se viaja a velocidad constante. En nuestra prueba de consumo ha gastado 6,5 l/100 km —dos décimas más que un Skoda Octavia Combi RS con el mismo motor y cambio, pero tracción delantera— y en un uso exigente en carretera puede estar alrededor de nueve litros cada cien kilómetros.
La diferencia de prestaciones es mayor que la de consumo. Mientras que el León ST X-PERIENCE ha tardado 6,1 s en acelerar de 80 a 120 km/h, el Octavia Combi RS empleó seis décimas menos. Esa diferencia también existe en las recuperaciones (tabla comparativa de prestaciones).
El León X-PERIENCE está en venta desde 22 460 € —versión de gasolina y 125 CV—. Este precio incluye un descuento de 800 €. El modelo cuesta en todas sus versiones unos 1200 € más que un León ST equivalente (ficha comparativa de precio, datos técnicos y equipamiento).
Asegurar a todo riesgo sin franquicia un León ST X-PERIENCE 2.0 TDI 184 CV 4Drive DSG para un conductor de 40 años, residente en Madrid, que aparque el coche en un garaje comunitario y recorra hasta 25 000 km anuales puede costar entre 1262 € y 492 € según los presupuestos obtenidos con el comparador de seguros. En este caso no merece la pena optar por las pólizas más costosas dado que la que ofrece Génesis por 495 € obtiene la mejor relación entre calidad y precio.
En estos momentos hay pocas alternativas directas a este León si lo que se quiere es una variante de un turismo familiar con aditamentos para modificar su aspecto y aumentar la altura al suelo. El Audi A4 allroad y el Škoda Scout son más grandes, el Volvo V40 Cross Country, más pequeño y el Golf Alltrack no llegará hasta primavera de 2015.
El habitáculo, el maletero y el equipamiento son los mismos que en cualquier León ST. Las únicas diferencias son decorativas —tapicerías y costuras— (Impresiones del interior del León ST). Como en otros León, la distancia desde el asiento hasta la calle es grande y es habitual rozar con la pierna contra la zona inferior de la carrocería, algo que puede ser un problema en un coche cuyo uso puede suponer que esté habitualmente manchado con barro.
El maletero tiene 587 litros de capacidad, que es mucho para un coche de su tamaño e, incluso, para los que son mayores que él. La capacidad es la misma independientemente del tipo de tracción.