Porsche pone a la venta la gama 911 GTS, cuyas primeras entregas comienzan a finales de marzo de 2017. Tiene un motor turboalimentado de 450 caballos de potencia y su carrocería deriva de la del 911 con tracción total, que es más ancha que la del 911 Carrera con tracción trasera. El cambio de marchas puede ser manual o automático de doble embrague, ambos de siete relaciones.
El 911 GTS se puede elegir con carrocería cupé y descapotable, tanto con tracción total como trasera. También estará disponible con carrocería Targa, pero en este caso sólo con tracción total. La denominación oficial de las cinco versiones resultantes es 911 Carrera GTS, 911 Carrera 4 GTS (todos los precios de estas dos), 911 Carrera GTS Cabriolet, 911 Carrera 4 GTS Cabriolet (precios) y 911 Targa 4 GTS (precios). La diferencia de precio entre un Porsche 911 Carrera GTS Coupé PDK y la versión equivalente con carrocería descapotable es 14 383 euros. A su vez, el GTS Targa es 9 703 euros más caro (ficha comparativa de los tres).
Está en venta desde 142 799 euros con tracción trasera, carrocería cupé y cambio de marchas automático (si se elige la misma configuración pero con cambio de marchas manual, el precio es superior, 143 535 euros). Por lo tanto, este 911 GTS es 31 289 euros más costoso que el 911 Carrera Coupé PDK.
El motor es similar al que tiene el 911 Carrera S de 430 caballos (de 3,0 litros de cilindrada), aunque con cambios en el turbocompresor, que es más grande y da más presión para que la potencia aumente a 450 caballos (hay más detalles en la Información técnica). El anterior Porsche 911 GTS (información) tenía 430 caballos de potencia.
De todos los 911 GTS, el que más acelera desde 0 a 100 kilómetros por hora, es el que tiene carrocería cupé y cambio automático, que completa dicha maniobra en 3,6 segundos. El BMW M4 Coupé Competition Sport Edition (450 CV) y el Mercedes-Benz AMG GT (462 CV) tienen peores prestaciones (ficha comparativa); el BMW es mucho menos costoso y el Mercedes-Benz cuesta más. El que más velocidad punta tiene es el 911 Carrera GTS con cambio de marchas manual y tracción trasera (312 km/h). El que gasta menos es el 911 Carrera GTS con cambio de marchas automático, que consume 8,3 l/100 km, lo mismo que el BMW M4 Coupé Competition Sport Edition (el 911 Carrera S con el mismo tipo de cambio consume 7,7 l/100 km de media y el 911 Turbo Coupé 9,1 l/100km).
Durante la presentación internacional en Sudáfrica he conducido tanto el 911 Carrera 4 Cabrio GTS con cambio PDK como el 911 Carrera GTS con cambio manual, el primero en carretera y el segundo en un circuito, por lo que no puedo establecer unas diferencias claras de sensaciones entre ambas carrocerías ya que las condiciones no son comparables.
En cuanto al rendimiento del motor, las similitudes con el Porsche 911 Carrera S que probamos hace unos meses son muy grandes, hasta el punto de que necesitaría bajarme de cualquier GTS y a continuación subirme en un S para poder, tal vez, diferenciar los pequeños detalles que pueda haber entre la conducción de ambos (las Impresiones de conducción del Carrera S son, sin duda, perfectamente válidas para quien quiera hacerse una idea de cómo va un 911 GTS. Lo mismo sucede con el ajuste de ambos chasis, pues sólo difieren en pequeños detalles).
Por la forma en que trabaja la suspensión en cualquier circunstancia, por el equilibrio entre comodidad y rendimiento y, en general, por la calidad de fabricación y el tacto de manejo tan preciso de que disfruta, este 911 es una referencia entre sus competidores que satisfará, como lo hacen las versiones menos potentes, a quien busque un automóvil deportivo de uso habitual. La transmisión PDK es muy satisfactoria por suavidad y rapidez, y no admite tacha en cualquier tipo de uso, si bien el tacto y la precisión del cambio manual de siete relaciones me ha parecido tal que, al menos para mí, añade un extra de disfrute y compenetración con el vehículo en conducción deportiva.
Si bien en un 911 Turbo S se siente una capacidad de empuje mucho más vigorosa a cualquier régimen, entre un 911 Carrera S y un Carrera GTS la diferencia en prestaciones es tan pequeña que creo que sólo con el equipo de medición se pueden establecer diferencias. Lo que sí he notado con los GTS que he llevado es que su motor tarda más en responder al pisar el acelerador. Esta sensación tiene sentido por dos razones: primero, porque el par motor máximo está disponible 450 rpm más arriba que en un Carrera S (ficha comparativa); segundo, porque un turbocompresor más grande requiere siempre de más tiempo para vencer la inercia en el giro del rotor. Este efecto es conocido en el argot automovilístico como «turbo-lag» y en el GTS se nota más que en los Carrera menos potentes.
La gama 911 GTS tiene de serie algunos elementos que son opcionales en el 911 Carrera S, como es el caso de la suspensión deportiva de dureza variable (PASM sports chasis, que deja la carrocería 10 mm más cerca del suelo), el paquete Sport Chrono, el escape deportivo o las llantas de 20 pulgadas de diámetro.
Los 911 GTS se diferencian a simple vista porque la parte inferior del paragolpes tiene un pequeño espoiler adicional, porque el alerón trasero se eleva un poco más que en los 911 Carrera S, por las mencionadas llantas de mayor tamaño o porque los pilotos van oscurecidos. Las llantas de serie son de tipo monotuerca (imagen; opcional en el resto de Carrera, que tienen de serie llantas de cinco tornillos como se aprecia en esta imagen). Los 911 Targa 4 GTS tienen el arco trasero de la carrocería de color negro. De estas características, las que afectan al chasis están destinadas a dar «un poco más de precisión al volante» de la que dan los Carrera convencionales, según Porsche. Todo está explicado con mayor detalle en la información técnica.
Las siglas GTS significan «gran turismo sport» y, según Porsche, es una opción intermedia entre un Carrera S y un GT3.