El Micra tiene un interior muy luminoso debido a una gran superficie acristalada (nuestra unidad de pruebas, además, tenía el techo panorámico de cristal fijo), pero no es demasiado amplio. Así, en las plazas delanteras, se encuentra entre los modelos con menor altura y espacio para las piernas, quedando en un término medio en cuanto a anchura. En la parte trasera se pueden acomodar con relativa facilidad dos personas de hasta 1,80 metros de estatura aproximadamente, pero como es habitual en modelos de este tamaño e incluso más grandes, no hay espacio para que un tercer ocupante viaje con comodidad, debido a la falta de anchura (tabla comparativa de mediciones interiores).
El interior del Micra está realizado con piezas de plásticos duros, de aspecto y tacto muy simple, pero bien ajustados entre sí. En los casi 1200 kilómetros que lo he conducido no se han producido ruidos molestos ni «grillos» persistentes. Hay algunos detalles de acabado que estan especialmente poco cuidados, como las conexiones eléctricas de la luneta trasera térmica o el acabado interior del portón del maletero.
Los asientos delanteros tienen un mullido blando y sus formas no están muy definidas, por lo que la sujeción cuando circulamos por carreteras con curvas es escasa. No tienen ajuste lumbar y la banqueta puede resultar corta para algunas personas, pero me han parecido cómodos incluso en viajes de varias horas. Los reposacabezas tienen regulación en altura, aunque, incluso en la posición más alta, quedan bajos para personas que midan más de 1,80 metros, aproximadamente. El asiento del conductor tiene regulación en altura y un reposabrazos abatible desde el nivel de equipamiento «Acenta».
La postura de conducción está condicionada por la falta de regulación en profundidad de la columna de dirección. Para encontrar una postura adecuada obliga a adelantar la posición habitual, llevando las piernas flexionadas o bien retrasar dicha posición, teniendo que estirar los brazos para llegar al volante. La regulación de la inclinación de los respaldos se realiza a través de una palanca con mucha diferencia ente las posiciones fijas. Incluso en la posición más baja, el asiento del conductor queda en una posición muy alta con respecto al suelo.
Todos los mandos quedan a mano y son fáciles de utilizar, salvo los dos botones que sirven para manejar el ordenador de viaje, situados en la parte izquierda del salpicadero (imagen) y que obligan a apartar la vista de la carretera para acceder a ellos. El sistema multimedia («Nissan Connect 2.0») tiene un buen funcionamiento, es rápido, intuitivo y los gráficos e indicaciones son claros pero la información no se ve cuando la luz incide directamente sobre la pantalla. También es mejorable el tamaño de la misma (tiene 5,8 pulgadas), menor que la que ofrecen muchas de sus alternativas, como el Renault Clio o el Peugeot 208 (ambas de 7 pulgadas). Tiene una función que puntúa nuestro estilo de conducción teniendo en cuenta tres parámetros: la aceleración, la velocidad que mantenemos y el uso de los frenos. Cuanto mayor es la puntuación, mas ecológico considera que es nuestro estilo de conducción y viceversa (imagen).
El maletero tiene un volumen de 265 litros, es decir, es mayor que el de la mayoría de sus alternativas, como son el Mazda2, el Lancia Ypsilon o el Suzuki Swift. Sólamente el Toyota Yaris tiene una capacidad un poco superior (listado comparativo de turismos entre 3,7 y 3,9 metros, ordenados por volúmen de maletero). Tiene unas formas regulares que permiten aprovechar bien el espacio disponible, pero se echa en falta algún elemento de fijación, como cintas, redes o ganchos. Hay un plafón de iluminación en la parte derecha. El borde de carga no queda muy alto (71 centímetros). Bajo el piso del maletero hay una rueda de repuesto de un tamaño distinto al del resto de neumáticos (imagen).
Abatiendo los asientos posteriores (incluida la banqueta), queda una volumen de 1132 litros. Para ello, primero hay que usar los tiradores de la parte superior de los respaldos (imagen) y después, tirar de unas cintas que se encuentran en la parte inferior de la banqueta (imagen). Para evitar que las dos partes se muevan, hay una cinta que se fija en las guias de los reposacabezas de los asientos delanteros (imagen). La superficie restante queda en un mismo plano, pero es irregular debido a las fijaciones de la banqueta (imagen). Si solo abatimos los respaldos de los asientos, queda un escalón de 18 centímetros (imagen). Tienen anclajes «Isofix» para sillas infantiles en las dos plazas de los extremos, pero no «Top Tether».
Tiene un buen número de huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo, aunque ninguno de ellos es tamaño grande. Frente al asiento del pasajero hay dos guanteras con tapa divididas por una pequeña repisa en la que se encuentran las conexiones para dispositivos externos (imagen); la inferior es suficiente para llevar la documentación del vehículo y un chaleco reflectante, mientras que la superior es apta para depositar, por ejemplo, un teléfono movil, una caja de chicles o unas llaves (tiene poca profundidad). Ambas carecen de un tapizado o revestimiento de goma que evite que las cosas que ahí dejemos se muevan de un lado a otro. Tampoco tienen iluminación o ventilación. Frente a la palanca de cambios hay otros tres pequeños huecos (dos de ellos son portabebidas; imagen) y tras ella otro que, igualmente, es de pequeño tamaño. En la parte inferior de las puertas delanteras los huecos son muy estrechos, aunque se ensanchan en los extremos permitiendo depositar botellas de medio litro (imagen). En la parte trasera solo hay disponibles un bolsillo tras el asiento del pasajero y un hueco portabebidas tras el freno de mano.