El Cooper S es la versión más potente del MINI con carrocería de cinco puertas. Gustará a quien busque un deportivo eficaz en curva y veloz en todas las circunstancias. La puesta a punto de la suspensión y las reacciones son excelentes para disfrutar de una conducción rápida. Su motor de 192 CV da una aceleración sobresaliente.
No resulta aconsejable si se busca practicidad. Por una parte, el interior no es amplio. En particular, hay muy poca anchura entre las puertas posteriores y estas son muy pequeñas (tabla comparativa de mediciones de interior). En segundo lugar, el diseño interior está lejos de ser ergonómico. Por ejemplo, la instrumentación queda muy cerca del conductor y, por este motivo, hay que cambiar mucho el punto de enfoque de la vista cuando se consulta (con la opción de Head up Display se arregla un poco este inconveniente. Tiene un precio de 550 euros, pero es obligatorio montar el navegador «Professional», que cuesta 1500 euros). Otro ejemplo de que el diseño ha prevalecido sobre la función es que los mandos de la consola no son fáciles de manejar sin retirar la vista de la carretera. En el apartado Impresiones del interior hablamos con más detalle del interior de toda la gama MINI 5 puertas.
Las principales alternativas del MINI Cooper S 5 puertas son: el Renault Clio RS, el Volkswagen Polo GTI y el Audi A1 Sportback S tronic (ficha comparativa). El MINI, que cuesta 30 650 euros, tiene un precio que está a medio camino entre el del Renault Clio o el Volkswagen Polo y el del Audi.
El MINI es el más pesado de todos los mencionados anteriormente y tiene el motor de mayor cilindrada: 2,0 litros (el motor no es necesariamente el responsable de este elevado peso pues es de aluminio: el Audi y Volkswagen, llevan uno de 1,8 litros con el bloque fabricando con fundición de hierro). A pesar de que tiene un motor grande y de que el peso total del coche no es bajo, el consumo de carburante, así como las prestaciones oficiales, son similares a las de sus alternativas.
La unidad probada tenía montada la opción «Paquete John Cooper Works Exterior» (imágenes) que consta de suspensión deportiva, un conjunto aerodinámico compuesto por unos paragolpes distintos y llantas específicas (Track Spoke) con neumáticos más anchos que los de serie (unos 205/45 R17 de la marca y modelo Pirelli PZero). El interior también tenía otro paquete opcional denominado «Paquete John Cooper Works Interior» (imágenes), que consta de volante de cuero específico, revestimiento interior del techo en color antracita, revestimiento de los pedales en acero inoxidable y molduras específicas en el umbral de las puertas.
Los neumáticos son de los que pueden rodar sin presión de aire temporalmente tras un pinchazo (Run Flat), que MINI recomienda inflar a una presión elevada (3,0 kg/cm² los delanteros y 2,8 los traseros). A pesar de la suspensión deportiva y estos neumáticos —combinación que en principio puede parecer contraproducente para conseguir buen confort de marcha— el MINI Cooper S 5 puertas no es definitivamente incómoda. Aunque dura, da la impresión de que la suspensión se adapta bien a las irregularidades y consigue que las ruedas no tengan tendencia a rebotar al pasar sobre ellas. En los MINI 5 puertas de menor potencia una suspensión así de firme puede ser criticable (y así le pareció a mi compañero Pablo David cuando probó el Cooper D de 116 CV), pero no me lo parece en el Cooper S, que está predispuesto a una utilización deportiva.
El MINI 5 puertas es de esos coches que, al margen de que estéticamente guste o no, puede resultar muy agradable para aquellos conductores a los que les guste sentir la carretera o los apoyos en las curvas. A eso se suma el tacto firme y los recorridos cortos que tiene la palanca de cambios (en opción hay una caja de cambios automática, que no he probado). Se apoya con gran rapidez en las curvas (ya sean lentas o rápidas), y una vez que lo ha hecho, hay que hacer pocas correcciones porque la trayectoria es precisa. El MINI Cooper S 5 puertas, al menos con la configuración detallada, está cerca del Renault Clio RS en términos de precisión en curva o sensaciones deportivas. No sé cuál resultará mejor, pero su efectividad en curva debe ser parecida.
A pesar de que se desenvuelve muy bien en carreteras lentas, también me ha parecido satisfactorio en vías rápidas: no presenta el tacto de coche pequeño que tiene, por ejemplo, el Audi A1. Es posible que a esa impresión contribuya el hecho de que sus ruedas están muy separadas entre sí teniendo en cuenta el tamaño de su carrocería. Sólo tiene más distancia entre ejes (2 centímetros) el Renault Clio. El Volkswagen Polo y el Audi tienen una batalla claramente más corta y unas vías sensiblemente más estrechas.
La dirección tiene 2,3 vueltas de tope a tope (lo mismo que la del resto de los MINI 5 puertas). Al principio, me pareció demasiado blanda y poco directa en los primeros grados de giro. Esa impresión puede estar determinada porque pocos días antes probé el Alfa Romeo Giulia (cuya dirección es sumamente rápida y directa). En todo caso, después de un cierto periodo de adaptación, me he encontrado muy cómodo con la dirección del MINI.
El buen nivel de precisión y adherencia del MINI Cooper S 5 puertas que he probado también se nota en nuestra habitual maniobras en circuito. Ha completado satisfactoriamente la maniobra de esquiva entrando a la primera zona de conos a 80 kilómetros hora, que es una velocidad muy alta. Como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta información, reacciona a las indicaciones del volante con gran precisión y rapidez, con un balanceo de la carrocería reducido (más información en el vídeo). Como tiene reacciones vivas, exige un conductor que también sea rápido moviendo las manos sobre el volante. No se mueve con brusquedad cuando pierde la trayectoria.
La capacidad de frenada es normal. Los frenos aguantan bien el calentamiento si se conduce a ritmo elevado por curvas pero no detienen el coche en distancias muy cortas. Así, para detenerse desde 120 km/h, necesitó 53,3 metros, que no es un dato especialmente bueno para un coche deportivo. Es posible que los neumáticos, que no estaban en buen estado debido a las pruebas en circuito, fueran en parte los responsables.
Lo que me ha hecho más disfrutar de la conducción del MINI Cooper S 5p ha sido la puesta a punto de su chasis antes que la potencia de su motor. Pero eso son simples preferencias personales (que tienen que ver con el estilo de conducción), porque el motor de este coche resulta muy satisfactorio: da mucha aceleración y el consumo de carburante no es alto. Según nuestras mediciones, puede acelerar desde 80 a 120 km/h en un mínimo de 4,2 segundos, que es muy buen tiempo. Es un registro ligeramente mejor del que obtuvimos con coches de mayor potencia y menor peso, como el Renault Clio RS o el Peugeot 208 GTi (4,5 y 4,4 segundos respectivamente en la misma medición. Tabla comparativa de prestaciones). La respuesta del motor es suave —por lo poco que vibra— y a la vez intensa. No se nota mucho que sea turboalimentado porque apenas hay retraso en su respuesta; tampoco parece un motor atmosférico de giro rápido porque, ni sube mucho de régimen, ni lo hace particularmente deprisa. En conjunto, resulta un motor muy agradable y fácil de aprovechar pues incluso en marchas largas, acelera bien.
En nuestro recorrido de consumo (143,3 km por una autovía con pendientes fuertes y a una media de 120 km/h), el consumo real ha sido 7,0 l/100 km, casi lo mismo que el Peugeot 208 GTi (6,9 l/100 km) y claramente más bajo que el del Renault Clio RS (7,8 l/100 km).