El Audi TT Roadster es un descapotable de dos plazas y techo de lona que deriva del TT Coupé. La oferta está compuesta por cinco motores, cuatro de gasolina —179, 230, 310 y 400 CV— y uno Diesel —de 184 CV—. Cuesta entre 3200 y 3600 euros más que el cupé (precios y equipamiento de todas las versiones del Audi TT Roadster 2015).
La capota de lona tiene un mecanismo eléctrico que la quita y la pone en 10 segundos y a velocidades de hasta 50 km/h. Que sea rápida y que se pueda utilizar en marcha es una ventaja frente a las de techo rígido, que normalmente obligan a realizar estas acciones con el coche detenido. Cuando la capota está colocada sobre la carrocería el aislamiento acústico es bueno, pero no iguala al del cupé. Al retirarla, se puede circular sin molestias hasta unos 100 km/h pero, por encima de esa velocidad, es necesario elevar mucho el tono de voz para mantener una conversación con el pasajero.
El habitáculo del TT Roadster tiene dos plazas. En ellas se pueden acomodar con desahogo personas de casi dos metros de estatura. Como en el TT Coupé, uno de los aspectos que más llama la atención es el cuadro de instrumentos, que consiste en una pantalla de 12,3 pulgadas con multitud de configuraciones posibles y que requiere de cierto tiempo de aprendizaje. Se ve muy bien incluso cuando, sin techo, el sol incide directamente sobre ella y funciona con mucha fluidez. Hay más información sobre estos y otros detalles en el apartado de impresiones del interior.
Las posibles combinaciones de motor, caja de cambio y sistema de tracción son las mismas que en el TT Coupé (listado con todas las versiones a la venta del TT Roadster). De la versión más potente, TT RS de 400 CV, informamos en este otro artículo.
Hemos probado las versiones 2.0 TFSI 230 CV quattro S tronic y la TTS 310 CV. Ambas tienen motores de gasolina de dos litros de cilindrada sobrealimentados por un turbocompresor. Funcionan con suavidad, responden de manera casi instantánea a los movimientos del acelerador y empujan con mucha fuerza desde muy pocas revoluciones y hasta casi 7000 rpm. En ambos casos las prestaciones son muy buenas (tabla comparativa de prestaciones). El consumo puede ser relativamente bajo si se conduce con mucha suavidad, pero es normal que esté sobre los 10 u 11 litros cada cien kilómetros.
La suspensión de serie (denominada «deportiva») tiene un ajuste muy firme y, en firmes irregulares, sacude con brusquedad a los ocupantes. La de dureza variable (opcional o de serie según la versión) es algo más cómoda. En carreteras de curvas con el asfalto en buen estado, en cambio, hace del TT Roadster un vehículo preciso, que da una gran sensación de seguridad y que permite realizar una conducción muy rápida sin apenas esfuerzo. Quien valore un tacto más directo, se encontrará más a gusto al volante de un Porsche 718 Boxster; un Alfa Romeo 4C Spider también es más satisfactorio como deportivo pero es mucho más incómodo y como coche de uso diario, poco práctico. Hay más información en el apartado de impresiones de conducción.
Según la versión, el TT Roadster es entre 85 y 95 kilogramos más pesado que el TT Coupé. Este incremento de peso se debe, por un lado, a la introducción de la capota y su mecanismo de apertura (el conjunto pesa 39 kilogramos, 3 menos que en el TT Roadster de 2012) y, por otro, al uso de refuerzos estructurales para compensar la pérdida de rigidez que supone quitar el techo. Este aumento de masa tiene su efecto en las prestaciones y el consumo de todas las versiones. Por ejemplo, el consumo medio del TT Roadster 2.0 TDI es 4,3 l/100 km, es decir, 0,1 l/100 km más que en el TT Coupé correspondiente (ficha comparativa). Otro ejemplo, la versión de 310 CV, denominada TTS Roadster, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, es decir, 0,2 s más lento que el TTS Coupé (ficha comparativa).
El Audi TT Roadster 2.0 TFSI 230 CV es más asequible que un BMW Z4 sDrive28i de 245 CV, un Mercedes-Benz SLC 200 de 184 CV (ficha comparativa). Por su parte, el TT Roadster 2.0 TDI 184 CV es más barato que un BMW 220d Cabrio de 190 CV y más caro que un SLC 250 d de 204 CV (ficha comparativa). El precio del Audi TTS Roadster es mayor que el de un BMW Z4 sDrive35i de 306 CV, un Nissan 370Z Roadster de 328 CV y un Porsche 718 Boxster (ficha comparativa). De todos ellos es, junto con el BMW, el que más rápido acelera de 0 a 100 km/h (5,2 s) y uno de los que menos consume (7,3 l/100 km, sólo mejorado por el Mercedes-Benz).
Hay 11 colores diferentes para la carrocería, uno de ellos es exclusivo del TTS Roadster («Sepang blue»). Siete de los mencionados colores son nuevos en la gama Audi TT y de ellos dos nuevos en Audi. Estos dos últimos se llaman «nano gray» y «tango red». Para la capota hay tres colores posibles: negro, gris y beis.
De acuerdo con nuestro comparador de seguros, asegurar a todo riesgo sin franquicia un TT Roadster 2.0 TFSI 230 CV quattro S tronic tiene un precio mínimo de 715 euros con la compañía Balumba. Es una póliza con una relación entre calidad y precio buena (6,85 puntos sobre 10). El tomador es un hombre de 40 años que recorre unos 15 000 km anuales, aparca en un garaje individual y reside en Madrid.